El papa Francisco tuvo este jueves un fuerte gesto de apoyo
al proceso de pacificación en Sudán del Sur, al recibir a los líderes de los
dos grupos enfrentados en la nación, a quienes convocó a ser "artesanos de
la paz". Durante el encuentro, el sumo pontífice sorprendió a todos
al arrodillarse y besar sus pies.
Francisco se reunió con Salva Kiir Mayardit, presidente de
la República, y cuatro de los cinco vicepresidentes designados para crear un
gobierno de unidad nacional desde mayo: Riek Machar Teny Dhurgon, James Wani
Igga, Taban Deng Gai y Rebecca Nyandeng De Mabior.
"Les pido como hermano: manténganse en la paz. Se
los pido con el corazón. Habrá problemas, pero no se asusten, sigan adelante,
resuelvan los problemas. Han iniciado un proceso, que termine bien", les
pidió antes de inclinarse ante ellos y besarles los pies.
"Aquí no se trata de una habitual y común reunión
bilateral o diplomática entre el Papa y los jefes de Estado; tampoco de una
iniciativa ecuménica entre los representantes de las diferentes comunidades
cristianas: se trata de un retiro espiritual", subrayó el pontífice ante
las autoridades del país africano, que luego hicieron un compromiso conjunto
por la paz.
Sudán del Sur, designado "el país más joven de
mundo" tras su independencia en 2011, se encuentra atravesado por una
guerra civil desde diciembre de 2013, cuando una disputa entre Kiir y su
despedido vice Machar desató el conflicto político.
En septiembre de 2018, Kiir, católico, y Machar,
presbiteriano, firmaron un acuerdo de paz para que las principales facciones
rivales se reúnan, examinen y entrenen a sus fuerzas para unirlas y
convertirlas en el Ejército nacional antes de la creación de un gobierno de
unidad en mayo.
Tras los dos días de retiro, Bergoglio recordó a los
líderes la importancia del pueblo: "La gente está cansada y agotada por
las guerras pasadas: ¡recuerden que con la guerra se pierde todo! Su gente hoy
anhela un futuro mejor, que pasa por la reconciliación y la paz".
Después de pronunciar su discurso, Bergoglio rezó con la dirigencia del país africano y manifestó su deseo "de poder ir pronto a su amada nación".