Jessy Taylor y considerada influencer al haber sumado
cerca de 113 mil seguidores en su cuenta, publicó un video en la que
desconsolada, lamenta tener que trabajar luego de que su cuenta de Instagram
fuera cerrada.
En el material de poco más de tres minutos publicado en
Youtube, Taylor asegura “no soy nada sin mis seguidores, eran más de 113 mil
(…) antes de llevar esta vida era una prostituta y no quiero volver a esa
vida”, al mismo tiempo que a manera de queja afirma que “antes de tenerlo todo
en mi vida, era una perdedora, como trabajadora en McDonald´s (…) no quiero un
trabajo normal, como trabajar en McDonald’s porque trabajé allí, pero no quiero
volver a esa vida, estoy perfectamente feliz donde estoy”.
Agregó no tener profesión alguna y no contar con estudios suficientes, debido a que no habría tenido el apoyo de su familia: “Varias personas me dieron la espalda dejándome sola (…) tengo deudas que superan los 20 mil dólares, no tengo un título porque no pude estudiar una carrera precisamente por falta de recursos y para vivir me tocaba trabajar en un McDonald’s”.
De acuerdo con declaraciones de Kat Richardson, directora de
la agencia de marketing de influencers WaR, para la BBC,
un influencer con 10 mil
seguidores en Instagram puede ganar cerca de 130 dólares
por post, cifra que se eleva a los 970 dólares cuando se cuentan con
cerca de 30 mil seguidores, mientras que las cuentas con cerca de un
millón de seguidores pueden obtener gasta 13 mil dólares por una
publicación.
De acuerdo con una encuesta realizada por Adecco, ser
youtuber, influencer, gamer o blogger ya son para el 9 por ciento de
los niños las “profesiones” en las cuáles quieren desarrollarse en el futuro.
Con información de Merca 2.0