Una mujer taiwanesa acudió al hospital para atender la
hinchazón que tenía en un ojo. Al ser revisada los doctores hallaron cuatro
abejas diminutas que vivían en su párpado izquierdo.
Vi algo que parecían patas de insecto, así que las puse bajo
el microscopio lentamente, y una a la vez sin dañar las cosas en el interior”
… comentó en conferencia de prensa Hung Chi-ting, jefe del
departamento de Oftalmología del Hospital Universitario Fooyin, de Taiwán.
Estos insectos, conocidos como abejas sudoríparas o
halíctidas, tienen una longitud de 3 a 4 milímetros.
Anidan cerca de tumbas y en árboles caídos, por lo que es
fácil encontrarlas mientras caminas en las montañas”
… agregó Hung.
La paciente, a la que se le identificó por su apellido “He”,
comentó que los insectos probablemente llegaron a su ojo luego de que visitó la
tumba de un familiar.
Fue muy doloroso. Las lágrimas no paraban de salir de mi
ojo. Estaba muerta de miedo.”
… narró He, cuya vista se había reducido a menos de 0.1.
Aunque se lavó los ojos con agua los dolores no cesaban y
luego de tres horas de sufrimiento decidió ir al hospital, donde los médicos
determinaron que presentaba una grave erosión corneal y una infección
bacteriana de la piel, provocadas por la presencia en sus ojos de estas abejas
microscópicas.
Afortunadamente, ella vino al hospital pronto, de lo
contrario hubiera tenido que sacarle el ojo para salvar su vida.
Por suerte, no tenía fiebre alta y no había afectado su
sistema nervioso central”
… explicó Hung.
Aunque las abejas sudoríparas suelen alimentarse de polen y
néctar, también se sienten atraídas por la transpiración humana, de donde
obtiene sales preciosas, y de las lágrimas, por su alto contenido de proteínas.
De acuerdo a la información recabada por medios locales, He
se recuperará completamente.
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