Sepultan en Chiapas a militar encontrada en el Río Grijalva, Chiapas

12 abril 2019
Noticias de Yucatán. 

Tuxtla Gutiérrez.- Familiares, amigos y militares dieron este miércoles el último adiós a la soldado zapadora Brenda Orquídea Matuz Chacón, cuyo cuerpo fue localizado el lunes en las aguas del río Grijalva de la central hidroeléctrica, en el municipio de Chicoasén.

Entre tristeza, llanto y acordes de una banda militar, la joven de 26 años fue sepultada en el panteón de su ejido natal Emiliano Zapata, en el municipio de Cintalapa.

Los restos de Brenda Orquídea quedaron cerca de la tumba de su abuela materna inhumada el lunes, de quien en su agonía no logró despedirse.

Al funeral de la joven, realizado en su vivienda, acudieron vecinos y lugareños de ese poblado de campesinos donde se le recordó como una mujer optimista, amable y deportista que confió en la carrera de las armas como alternativa para superarse y apoyar económicamente a su familia.

Don Ascario la guarda en su memoria como “la muchacha bailadora y futbolista” que fue en su terruño.

“La conocí desde chiquita, era una buena y bella persona, de la edad de mi hija. A pesar de mis años bailaba yo con Brenda Orquídea”, recordó.

María Esther, la capitana del equipo de futbol de Emiliano Zapata, la recordó como la joven vigorosa que “le echaba ganas a la vida “.

La soldado las ayudaba con balones y ropa deportiva del equipo Servicio Médico Tepeyac, donde Brenda Orquídea jugó como defensa lateral.

La Fiscalía de Distrito Centro inició la carpeta de investigación 12-079-0405-2019.

El cuerpo de Brenda Orquídea, reportada desaparecida el pasado viernes, emergió en la presa hidroeléctrica del municipio de Chicoasén, a poca distancia del 101 Batallón de Infantería.

Peritos y agentes policiales, encabezados por el Ministerio Público, realizan diligencias de campo y de gabinete para esclarecer los hechos y deslindar responsabilidades.

El registro 0105/2019 de personas desaparecidas de la Fiscalía consignó que el 5 de abril, la joven salió de su trabajo para visitar a su familia, donde vería a su abuela que agonizaba.

Horas antes, le dijo a su padre Jesús Matuz Montesinos que acudiría a la casa familiar, pero no supieron más de ella hasta después de su muerte.

Según investigaciones preliminares, el viernes 5 de abril, la joven no viajó a su casa y aceptó la propuesta de cuatro militares para dar un paseo en Tuxtla Gutiérrez. Esa noche no regresó a la base castrense; testigos comentaron que la vieron después en el embarcadero acompañada de un soldado.

Matuz Montesinos pidió que la investigación se ajuste a la ley y se proceda con justicia si hubiera responsables del deceso.

“Quiero justicia pues con los que andaba; qué pasó si están metidos en la muerte de mi hija y, si están metidos en eso, pues yo quiero justicia, que se haga justicia”, enfatizó.

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