ARGENTINA.- La historia de un estudiante, de 12 años de
edad, que falleció de un paro cardiaco tras una pelea escolar
con otro niño, ha causado conmoción, debido a que la riña entre los infantes
fue presenciada por la maestra de los menores.
Lautaro murió luego de recibir una patada en el pecho por
parte de uno de sus compañeros de clase, y aunque la profesora presenció la
pelea entre los niños no dio aviso a las autoridades de la escuela ni a los padres
del niño.
Todo esto ocurrió en la Escuela número 35 de Zárate, una
provincia que pertenece a Buenos Aires, Argentina.
Lautaro sostuvo una pelea con uno de sus compañeros de clase
quien le propinó una patada en el pecho, lo que le provocó un sangrado en nariz
y boca.
De acuerdo a las versiones de los compañeros de Lautaro, la
maestra estuvo presente mientras la riña se llevó a cabo, sin embargo, no avisó
a la madre ni a las autoridades de la institución por lo que ya se encuentra
suspendida de manera provisional.
Tras la pelea, Lautaro salió del colegio de manera normal,
al llegar a casa con su madre le contó que le sangraba la nariz y que sentía
algunos mareos pero no mencionó nada sobre la patada en el pecho que
recibió en la escuela.
Su madre no pensó que se tratara de algo grave, por lo que
dejó ir a Lautaro a la casa de una amiga en donde pasará la tarde jugando.
Al regresar de casa de su amiga, Lautaro notó que los
sangrados seguían pero ahora más intensos y además comenzó a desvanecerse,
por lo que familiares del pequeño lo trasladaron inmediatamente al Hospital.
Una vez que llegó al centro médico, el pequeño de 12 años
falleció a causa de un paro cardíaco.
Hasta el momento se desconoce si la patada que recibió
Lautaro fue lo que ocasionó su muerte, sin embargo, la madre del pequeño, según
relató al periódico El Clarín, está convencida de que esa fue la razón y busca
que las autoridades escolares respondan, pues considera su responsabilidad por
lo menos el haberle avisado de lo ocurrido dentro de sus instalaciones.
“Sí hubiese sabido que mi hijo fue golpeado todo habría sido
distinto. Ni siquiera se lo pude decir al médico”.
Con información de Heraldo de México