Ante el desplome en la producción de la miel
yucateca y la caída en los precios, apicultores de Sinanché apostaron
por desarrollar un proyecto que combine la producción del dulce con
el turismo para crear un producto comercial denominado “Apiturismo”,
que logre reactivar la economía local.
Fue así como Benigno Ramírez Espinosa, director de
“Apiturismo Sinanché”, apostó por crear una nueva alternativa de turismo de
naturaleza que converge las dos actividades.
El proyecto, financiado y apoyado por el Instituto Nacional
de los Pueblos Indígenas (INPI), muestra a la producción de miel como una de
las actividades más importantes de la región.
Benigno Ramírez indicó la estrategia turística se integra de
tres paquetes accesibles de viaje denominados “zángano”, “obrera” y “reina”,
con una duración que va entre una y tres horas de visita, para que la gente se
interne en el ecosistema de las abejas.
“Los visitantes pueden elaborar velas artesanales,
participar en una cata de miel, manipular o tocar equipo e inclusive
interactuar con las abejas”, abundó.
El también productor apícola precisó que el paquete
“zángano” incluye hora y media con un precio de 60 pesos; el paquete “obrera”,
dos horas y un precio de 80 pesos; y el “reina” dos horas y media, con un costo
de 210 pesos ya que incluye alimentos.
Todos los paquetes son con un mínimo de cinco personas y un
máximo de 15.
De acuerdo al Atlas Agroalimentario, que realiza el Servicio
de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), la producción de miel en
Yucatán pasó del 2018 con nueve mil 744 toneladas, al 2019 con una meta
de ocho mil 88; lo cual representó una caída de mil 656 toneladas del producto.
En la entidad se dedican a la apicultura más de 12 mil productores que trabajan en alrededor de 330 mil colmenas activas de abejas.