La mayoría de los médicos rusos no se sentirían cómodos si
les inyectaran la nueva vacuna aprobada por Rusia contra el COVID-19, ante la
ausencia de datos suficientes y su aprobación súper acelerada, mostró un sondeo
amás de 3.000 profesionales médicos el viernes.
Moscú dijo que la primera vacuna contra el coronavirus será
lanzada a fines de este mes y los médicos serán los que deberán administrársela
en forma voluntaria.
La vacuna, llamada “Sputnik V” en homenaje al primer
satélite lanzado por la Unión Soviética en 1957, debe completar aún sus ensayos
finales y algunos científicos dijeron temer que se esté colocando el prestigio
nacional por delante de la seguridad.
Un sondeo a 3.040 doctores y especialistas de
salud,realizado por la aplicación móvil “Doctor’s Handbook” y citada el viernes
por el diario RBC, mostró que un 52% no está dispuesto a ser vacunado, mientras
que el 24,5% indicó que estaría de acuerdo en recibir la vacuna.
Solo una quinta parte de los encuestados dijo que
recomendaría la vacuna a sus pacientes, colegas o amigos.
Sus recelos son compartidos por algunos rusos, que afirman
estar muy asustados para probar la vacuna, mientras que otros coinciden con su
gobierno en que el escepticismo expresado por expertos foráneos está movido por
los celos.
La aprobación de la vacuna rusa se produjo antes de los
ensayos en los que deberían participar miles de personas,conocidos como Fase
III. Estas pruebas suelen ser consideradas precursores esenciales para que una
vacuna se asegure la aprobación regulatoria.
El presidente ruso, Vladimir Putin, indicó que la vacuna,desarrollada por el Instituto Gamaleya de Moscú, es segura y fue administrada a una de sus hijas. El ministro de Sanidad, MikhailMurashko, rechazó las preocupaciones de algunos expertos por”carecer de fundamento”.