(proceso.com.mx).- Sin pronunciarse sobre la cadena de juicios de amparo promovidos en contra del proyecto, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió este sábado a la constructora Carso apresurar las obras del tramo 2 del Tren Maya, que corre de Escárcega a Calkiní, en esta entidad.
Los trabajos están a cargo de Operadora Cicsa, filial de Carso, de Carlos Slim, y de la empresa española FCC Construcción, de la que el magnate mexicano es accionista mayoritario.
El tramo abarca 235 kilómetros que atraviesan hasta hoy seis municipios, porque a partir de enero serán siete dado que Dzibalché será entonces una nueva demarcación. El tiempo de construcción está previsto en 28 meses, de modo que la obra debe ser entregada en 2024.
La construcción avanza pese a que hay acumuladas varias demandas de amparo y al menos dos órdenes judiciales, solo en este tramo, para la suspensión de los trabajos como medida cautelar en tanto se resuelven los juicios.
Apenas el pasado 7 de diciembre, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) informó que el Juzgado Primero de Distrito, con sede en Campeche, concedió a comunidades mayas, urbanas y costeras la suspensión definitiva de obras nuevas del Tren Maya en el tramo 2.
Además, con motivo de la pandemia, se otorgó otro amparo en mayo a un grupo de adultos mayores para evitar ser desalojados de sus predios.
Debido a que los juzgados han dilatado entre cuatro a seis meses los procesos judiciales, hay más demandas de amparo en espera de ser admitidas.
Escárcega es punto clave en el proyecto cumbre del gobierno lopezobradorista, pues además de que conectará a los tramos Palenque, Chetumal y Calkiní, se instalarán ahí los talleres de reparación y mantenimiento de los trenes.
Hoy, en su gira por la región para supervisar los avances de los trabajos, el presidente pidió a Carso apresurar el ritmo de los trabajos, pues “hay poco tiempo y es compromiso del gobierno que encabezo no dejar obras inconclusas, mucho menos de esta magnitud, de esta dimensión, como el Tren Maya”.
“Es importante, es una recomendación respetuosa, fraterna, de que se abran más tramos, entre más tramos haya más se avanza, eso lo saben muy bien.
Y yo voy a estar de nuevo en marzo por acá para seguir evaluando, no es presionarles, les tenemos confianza, pero no está de más que estemos visitando la obra para que se siga avanzando”, dijo a los ingenieros de la constructora.
“Cualquier problema que tengan, que podamos nosotros ayudar para que no se detenga la obra, nos está ayudando la Secretaría de Medio Ambiente, nos está ayudando Antropología, porque se cuida el medio ambiente, porque cuidamos las zonas, vestigios arqueológicos”. Ofreció.
Celebró que las obras avanzan conforme a la calendarización y adelantó que regresará en marzo “porque es obvio que me importa mucho esta obra del Tren Maya”, porque es la inversión del gobierno federal más importante para el sureste de México y “una de las inversiones públicas de más cuantía en los últimos años, en las últimas décadas”.
E insistió en que el propósito del Tren Maya “es precisamente ese, el que se conozca nuestra riqueza cultural, nuestra riqueza arqueológica de esta región de nuestro país que es única en el mundo, lo que tiene que ver con el desarrollo, el esplendor de la gran civilización maya en esta región de nuestro país”.
