El centro de rehabilitación “El
capitán” cerró como consecuencia de la pandemia de Covid-19, por
lo que alrededor de 15 personas que estaban en terapia por su adicción a
las drogas tuvieron que volver a sus hogares o ingresar a otros sitios de
ayuda.
Alan Sánchez Aguilar, director de dicho centro, informó que
debido a que se sostienen de apoyo de la sociedad fue muy difícil seguir
operando, ya que muchos se vieron afectados económicamente.
Comentó que cuentan con un vivero que servía para obtener
recursos; sin embargo, no fue suficiente, ya que los gastos eran más elevados,
sobre todo durante los meses que se frenaron la movilidad y la economía.
El nombre de ese centro es en honor a su padre, quien sufrió
un infarto cuando discutía con Alan, en ese entonces adicto a las drogas. Tras
superar ese episodio, en el camino a su recuperación, que no fue fácil, surgió
la idea de ayudar a más jóvenes que pasaban por lo mismo.
Como otras personas, buscó opciones para dejar de consumir
sustancias prohibidas, desde sitios caros hasta los más económicos, pero dijo
que “todo está en la disponibilidad de querer hacerlo, si no, eso no se logra”.
“Pasé por varios centros, en todos fue igual, ya que yo aún
no tenía la voluntad de aceptar que era drogadicto, hasta que toqué fondo,
choqué y me tuvieron que reconstruir una pierna, y así como otras cuestiones
familiares, fue cuando empecé a sentir que necesitaba salir del hoyo donde me
encontraba”.
Urgente hacer campañas de concientización
Aseguró que en la actualidad existen personas que empiezan
desde los nueve años a consumir drogas, por ello urgen campañas de
concientización sobre todo para la población más joven, “porque las nuevas
generaciones no conocen el daño real que causan las drogas”.
“Hemos permitido el ingreso de personas de 15 años, porque
están en malas condiciones; sin embargo, hay gente mayor que ha recaído en
varias ocasiones, de ahí lo importancia de tener un proyecto de rehabilitación
que dé efectividad; porque se conoce que la mayoría de los centros no tienen
tasas tan altas de recuperación”, admitió.
Sin embargo, aunque “El capitán” se detuvo, Alan tiene la
esperanza de que su salud se mantenga para que de nueva cuenta se abra, con el
proyecto de integrar psicólogos y ayuda psiquiátrica, ya que ahora solo siguen
la literatura de Alcohólicos Anónimos (AA).
“Por la dependencia al cristal no solo se necesita una
terapia psicológica, sino también medicamentos y ayuda psiquiátrica, ya que la
abstinencia es muy fuerte. Creo que la peor de todas. Muchos refieren que
cuando pasan por ese proceso les da dolores intensos de huesos, así como
ansiedad y estrés, y hay algunos casos violentos”, informó.
Dijo que la idea es seguir construyendo espacios en el
centro de rehabilitación que está en Telchac Pueblo, a fin de que las personas
tengan una recuperación exitosa.