El riesgo de muerte fetal; es decir, bebés que nacen sin vida, es aproximadamente el doble en las mujeres con COVID-19 (coronavirus) en comparación con las que no lo tienen, y creció hasta cuadriplicarse durante el período en que la variante Delta se volvió dominante, según un vasto estudio de una institución estatal de Estados Unidos difundido este viernes.
El análisis, realizado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), se basó en más de 1.2 millones de partos ocurridos entre marzo de 2020 y septiembre de 2021, incluidos en una base de datos de hospitales.
En general, los casos de muerte fetal fueron muy poco frecuentes, sumando 8.154, el 0.65% del total. Pero el riesgo de muerte fetal era 1.90 veces más alto en las mujeres contagiadas con COVID-19.
Concretamente, en ese periodo, 1.26% de los nacimientos fueron un mortinato entre las mujeres con COVID-19, frente a 0.64% para el resto.
Variante Delta incrementó riesgo de muerte fetal
La variante delta incrementó ese riesgo, descubrieron los CDC, que analizaron los periodos antes y después de que esa variante se volvió dominante en Estados Unidos, en julio de 2021.
Respecto a las no infectadas, el riesgo era 1.47 veces más alto entre las madres positivas para COVID-19 antes de la aparición de la variante Delta, y 4.04 veces más altos luego de que la variante se volvió dominante.
Los autores escribieron que investigaciones anteriores habían sugerido que una posible causa biológica del aumento del riesgo podría ser el resultado de la inflamación o la disminución del flujo sanguíneo hacia la placenta.
Entre los partos con COVID-19, tener más de un bebé o afecciones como hipertensión arterial crónica, lesión cardíaca, separación de la placenta del útero, sepsis, flujo sanguíneo deficiente que resulta en shock, lesión pulmonar potencialmente mortal, estar en una unidad de cuidado intensivo o bajo respiración artificial se relacionaron con tasas más altas de muerte fetal.
Algunas investigaciones anteriores sobre el tema no se ajustaron a factores como las condiciones preexistentes, y un análisis previo que utilizó el mismo conjunto de datos no detectó un riesgo significativamente mayor, agregaron.