El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que trabaja en el cumplimiento de la recomendación que le hizo la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en el caso de Vanessa Dib, a quien por negligencia le amputaron las piernas, le quitaron el útero y un ovario en un hospital de Querétaro en 2018.
En un comunicado difundido este sábado, la institución aseguró que la Comisión Bipartita de Atención al Derechohabiente del H. Consejo Técnico investigó los hechos y determinó la procedencia de la queja administrativa, por lo que instruyó al pago de una indemnización por daño material, “valuado en términos de la normativa aplicable”.
Además, señaló que la resolución incluye la adopción de medidas preventivas, correctivas y disciplinarias para garantizar que estos hechos no se repitan.
El IMSS anunció que se investigarán “a fondo las probables responsabilidades de los funcionarios públicos involucrados en los hechos”.
La recomendación de la CNDH, emitida el 17 de junio y aceptada por el instituto el pasado 7 de julio, señala que personal médico del Hospital General Regional número 1 (HGR-1), y de la Unidad de Medicina Familiar número 9 (UMF-9), en Querétaro, transgredieron los derechos a la protección de la salud, a la integridad personal, a la salud sexual y reproductiva, y dañaron de por vida a una mujer de 27 años por diagnóstico, tratamiento y seguimiento médico inadecuados.
Por esa razón, recomendaron el pago de una compensación económica; brindar la atención médica, psicológica y psiquiátrica necesaria; dotarla de prótesis y de dispositivos que permitan su desplazamiento; darle acceso a programas sociales que le otorguen oportunidades de desarrollo; becas para sus hijos, entre otras medidas.
La joven declaró a medios de comunicación que el IMSS le había ofrecido 88 mil pesos por la reparación del daño: “Me ofrecen 88 mil pesos por la reparación del daño. Yo le pregunto a los médicos, si eso valen sus piernas con gusto se los pago para que me regresen las mías”.
Al respecto, el instituto aseguró que “la compensación económica prevista en la reparación integral del daño es independiente del monto que en su momento se determinó a través de la queja administrativa”.
Por lo tanto, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, con base en el estándar integral establecido en la Ley General de Víctimas, determinará el monto de la reparación que se le pagará a Vanessa Dib.
“El Instituto mantiene contacto con la derechohabiente para informarle sobre el seguimiento de su caso, las acciones que se están a realizando al respecto y el procedimiento para acceder al monto económico determinado por la queja administrativa”, aseguró.
Además, señaló que se le ha orientado en lo relativo relativo a las medidas de reparación previstas en la recomendación de la CNDH, “las cuales ya se están implementando, y a la atención médica de ella y su núcleo familiar”.
“El IMSS refrenda su compromiso de cooperar con los fines de la CNDH y procurar que la afectada y su núcleo familiar retomen, en la mayor medida posible, su proyecto de vida”, finaliza la comunicación.
Dib acudió en 2018 al hospital para que le retiraran un Dispositivo Intra Uterino (DIU) que se encontraba mal colocado; sin embargo, los médicos practicaron un procedimiento erróneo, lo que pudo desencadenar una infección generalizada y, en consecuencia, la amputación de ambas piernas, la extirpación del útero y un ovario.
En su recomendación, la CNDH detalló que los médicos intentaron extraer el DIU con una pinzas, pero no le practicaron a la joven un ultrasonido o rayos X. Esto provocó que tres días después la mujer presentara dolor lumbar, por lo que acudió a su clínica y se le diagnosticó lumbalgia aguda.
Vanessa siguió presentando problemas de salud y acudió al área de urgencias de la UMF-9 para después ser trasladada de emergencia al HGR-1, donde ingresó por grave pérdida de sangre, gastroenteritis infecciosa y deshidratación severa.
Cuando llegó al hospital, la joven ya había perdido mucha sangre y presentaba un choque séptico, es decir, una infección generalizada, por lo que fue necesario proporcionarle respiración mecánica, intubarla y transfundirle sangre. La mujer sufrió un paro cardiaco y durante 30 minutos estuvo bajo reanimación asistida.