Trabajadores de la salud de los servicios públicos de la Ciudad de México, que se encuentran en tránsito al nuevo organismo descentralizado IMSS Bienestar, acusan que este modelo no respetará su antigüedad ni las condiciones con las que estaban contratados anteriormente, al incorporarlos como trabajadores de nuevo ingreso.
Aunado a ello, aseguran que se les están realizando pruebas psicométricas de manera irregular, pues no fueron las mismas para todos los bloques ni en número de reactivos ni en tipo de examen. Por otro lado, a los turnos de enfermería no se les reconocerán las horas que dedican a cursos postécnicos, en tanto que el IMSS Bienestar no permite la conciliación de horarios, es decir, la posibilidad de tener al mismo tiempo otra plaza en el sector público.
“IMSS Bienestar no basificará a todos los trabajadores, sino solamente a aquellos que cumplan con sus requisitos. Uno de los más importantes es no tener base estable en ninguna otra dependencia. IMSS Bienestar todavía no nos indica qué tipo de contratos tendrán estos compañeros que no serán candidatos para basificación. Asimismo, se comprometió a basificar con bases definitivas federales, no bases de confianza; queremos bases definitivas federales y se comprometió a darlas”, señaló la doctora Belem Benítez, del Movimiento Galeno Salud Independiente.
Ella y otros representantes aseguraron que están en la mejor disposición para que ese compromiso se cumpla y el 15 de septiembre se les deposite su primera quincena como trabajadores basificados, lo que les permitiría también tener acceso a sus prestaciones sindicales.
Recordaron que de los aproximadamente 3 mil 500 médicos que conforman el movimiento, cerca del 70% son mujeres, más de la mitad enfermeras y más de la mitad jefas de familia y proveedoras principales de su hogar.
“Si IMSS Bienestar no da conciliación de horario, muchas de estas madres se quedarán sin su segunda fuente de trabajo; la mayoría tienen dos para solventar sus gastos. Si no implica un aumento significativo para ellas, verán afectada su economía”, agregó Benítez.
El artículo cuarto transitorio del decreto que crea el organismo público descentralizado IMSS Bienestar, publicado el 31 de agosto en el Diario Oficial de la Federación, señala que los derechos laborales individuales de las personas trabajadoras de los servicios de salud estatales, que se pudieran haber generado hasta antes de su transferencia a IMSS Bienestar, serán respetados en sus términos con motivo de los convenios de coordinación que se celebran con las entidades federativas para la prestación de los servicios de salud.
Sin embargo, aclara que esto se hará “sin perjuicio de que se puedan establecer esquemas de remuneraciones para las personas trabajadoras antes referidas, con sujeción a las disponibilidades presupuestarias del IMSS Bienestar”. Además, las prestaciones de seguridad social, incluido el servicio médico, queda a cargo de la institución pública que los brinda actualmente y no del organismo descentralizado, que únicamente hará las gestiones para cubrir las cuotas con cargo a los recursos transferidos a las entidades federativas.
De este modo, reclamó Manuel Fuentes, representante jurídico de los trabajadores de la salud, el IMSS Bienestar no asume todas las obligaciones. En cambio, debería privilegiar la figura del patrón sustituto, ya que el personal de salud no está transitando a este esquema por su voluntad, sino por decreto. “No puede ser posible que se esté planteando el reconocimiento de los derechos sujetos a una suficiencia presupuestal, porque finalmente, al crearse IMSS Bienestar, tienen que respetarse todos los derechos”, agregó.
Si la condición de su contratación era superior, indicó, no puede existir una disminución ni debería condicionarse la base a ningún otro tema. Todas las condiciones, incluidas las prestaciones y los horarios, tendrían que transferirse de igual manera. A todo esto se suma la irregularidad en la que muchos de ellos han estado contratados durante incluso más de 10 o 15 años: más del 80% ha recibido contratos “temporales” una y otra vez.
Reclamos del personal de salud por IMSS Bienes
A las irregularidades, acusa el movimiento, se suma que los reclusorios no serán absorbidos por el IMSS Bienestar, y el personal de salud que trabaja en ellos necesita transparencia en cuanto a su contratación, pues tampoco saben qué se está proponiendo para ellos cuando los servicios estatales sean sustituidos.
Tanto para ellos como para el resto de los trabajadores, los trabajadores organizados exigen protección de derechos humanos y laborales, cero represalias, liquidación, antigüedad, salarios caídos, bonos e indemnizaciones, basificación a quienes puedan obtenerla, acompañamiento de derechos humanos a sus movilizaciones, e información responsable y cuidadosa.
“Nunca más estaremos dispuestos a ser trabajadores de segunda clase”, destacó Benítez. Aseguró, además, que el movimiento no persigue cargos públicos ni políticos, sino priorizar la atención a los pacientes. Además, aseguró que es necesaria una reflexión en torno a hacia dónde se dirige la salud, que es un derecho humano irrevocable que no se comercia ni se negocia.
“Urge la redistribución de los recursos de salud por medio de la cámara de diputados, urge la reestructuración de nuestros sistemas de salud por medio de las autoridades competentes, a quienes les corresponda, urge el compromiso de la población para defender su derecho a ser atendido de manera digna, con calidad y calidez, sin violentar los derechos laborales de quienes los brindan”, apuntó.
Desde que se inició la transición de los servicios estatales de salud, en diferentes entidades, al nuevo órgano público descentralizado IMSS Bienestar, que sustituye al desaparecido Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), los reclamos del personal de salud sobre sus contrataciones han sido permanentes.
Animal Político