En un impresionante suceso ocurrido el pasado miércoles (16 de agosto), dos valientes agentes de la Segunda División de la policía de Louisville, Kentucky, se convirtieron en héroes al rescatar a una mujer que se encontraba encadenada al suelo en el vecindario de Park Hill. Las imágenes de la cámara corporal revelan el asombroso acto de valentía.
La policía respondió a llamadas de vecinos preocupados que reportaron los desgarradores gritos de auxilio de la mujer. El evento tuvo lugar alrededor de las 19:00 horas (locales). Los agentes, al llegar a la casa, se encontraron con la mujer atrapada y gritando desde una ventana del segundo piso, que había sido rota. Sin embargo, la puerta principal estaba tapiada y cerrada con llave, al igual que todas las puertas y ventanas del primer piso.
Con ingenio y coraje, los oficiales encontraron una escalera y lograron acceder a donde estaba resguarada la mujer desde el exterior. Una vez dentro de la casa, descubrieron a la mujer encadenada al suelo, con una cadena de metal alrededor de su cuello, cerrada con un candado.
El video de la cámara corporal muestra a los agentes utilizando un hacha encontrada en la habitación para liberar a la mujer de su situación. La liberación fue seguida por la llegada de equipos de emergencias y bomberos, quienes brindaron atención médica a la víctima y eliminaron el candado que aún llevaba en el cuello.
Dos días después del rescate, el presunto captor Moises May, de 36 años, fue arrestado. Enfrenta varios cargos graves, incluyendo secuestro, poniendo en peligro sin sentido, agresión (violencia doméstica), intimidación a un participante en el proceso legal, amenaza terrorista y acoso físico. Actualmente, se encuentra detenido bajo fianza en efectivo de 100 mil dólares y su comparecencia ante el tribunal está programada para el 28 de agosto.
La víctima relató a la policía que, en días previos a su encadenamiento, había sido víctima de abuso por parte de May. El 14 de agosto, una discusión verbal se convirtió en un violento episodio físico. Según la víctima, May la agredió brutalmente en el baño de su hogar, utilizando un machete para cortarle el cabello y propinándole golpes antes de que ella lograra huir.
El 16 de agosto, la mujer regresó a la casa para recoger sus pertenencias, pero May la encerró dentro y la sometió a más abusos. La víctima fue forzada a quitarse parte de su ropa y amenazada de muerte. May la encadenó al suelo con una cadena de metal y se fue, impidiéndole pedir ayuda.
La mujer, dejada en una situación desesperada, logró abrir la ventana del segundo piso y gritar pidiendo auxilio, lo que finalmente condujo a su valiente rescate. Sufrió heridas en la piel por la cadena y rasguños al escapar por la ventana.