Con una crueldad increíble, Sydney Powell, una joven estadounidense de 23 años, mató a su madre presuntamente para que no se enterara que la habían expulsado de la universidad.
De acuerdo con The Sun, la joven habría golpeado la cabeza de su madre con un sartén de hierro, dejándola inconsiente en el suelo para luego propinarle 30 puñaladas en el cuello.
Más tarde las autoridades encontraron a Brenda en el suelo, herida de gravedad, por lo que fue enviada a un hospital, sin embargo cuando recibía atención médica perdió la vida por las lesiones que su hija le había propinado con un cuchillo.
“Por muchos de los mensajes se podría decir que ella no se lo había contado a su familia y que su madre no estaba al tanto de esto”, señaló el teniente de la policía de Akron, David Whiddon, sobre lo que descubrió analizando el teléfono de Sydney Powell, según el medio citado.
Pese a que el asesinato ocurrió en marzo de 2020, Sydney fue declarada culpable de la muerte de su madre, Brenda Powell, durante esta semana.
Durante las declaraciones se dijo que la ejecución se dio presuntamente para que su madre no descubriera que Sydney había sido expulsada de la universidad.
Aunque el asesinato se llevó a cabo hace tres años, el juicio se ha llevado a cabo ahora, mientras Powell se declaraba inocente por sufrir esquizofrenia no diagnosticada durante el momento del asesinato de su madre y experimentar un brote psicótico.
En 2021 fue evaluada por el doctor James Reardon, quien diagnosticó a la joven esquizofrenia y trastorno depresivo en alto grado, sin embargo, en el juicio la experta clínica de la fiscalía, la doctora Silvia O'Bradovich, ha asegurado que lo que se dijo y sintió en el momento de los hechos no cuadra con la esquizofrenia.
Por ahora la joven se encuentra a la espera de otro juicio, el cual se llevará a cabo el próximo 28 de octubre, en el que se decidirá si cumplirá su condena en la cárcel o en un centro de salud mental.