Una tarde de juegos terminó en tragedia para una familia en la comunidad de San José de Viñedo en Gómez Palacio, Durango, cuando un niño de apenas 6 años murió ahogado en un canal de riego.
Los hechos ocurrieron el pasado jueves 1 de agosto. De acuerdo con medios locales, el menor identificado como “Junior” estaba jugando cerca del canal, a solo 100 metros de su casa, tratando de atrapar algunos peces. Cuando en un descuido, cayó al agua y fue encontrado minutos después por su hermano, flotando e inconsciente.
Desesperado, el hermano intentó reanimarlo sin éxito por lo que corrió en busca de ayuda. Los servicios de emergencia fueron llamados de inmediato, pero al llegar, los paramédicos de la Cruz Roja confirmaron que el niño ya no tenía signos vitales.
Elementos de la Fiscalía y el Ministerio Público se presentaron en el lugar y trasladaron el cuerpo del menor al Servicio Médico Forense (Semefo) para realizar la necropsia de ley en la Vicefiscalía Región Laguna de Durango.
Lamentablemente, este no es un caso aislado. En la misma localidad, un niño de 11 años murió ahogado durante una fiesta de 15 años en una quinta. El menor, identificado con las iniciales I.A., era originario de Lerdo y había asistido al evento acompañado de su familia. Durante la madrugada del domingo 4 de agosto, el niño ingresó a la alberca sin que nadie lo notara.
Estos incidentes forman parte de una preocupante tendencia en las últimas semanas, con varios casos reportados en diferentes partes del país. En Tonalá, Jalisco, una niña de 3 años murió ahogada durante una fiesta familiar. Los medios locales informaron que la menor desapareció de la vista de los adultos y fue encontrada flotando en la alberca minutos después.
En Mexicali, Baja California, otra tragedia ocurrió cuando una niña de 2 años se ahogó en una piscina durante una celebración. La pequeña cayó al agua sin que nadie lo notara a tiempo.