Durante el segundo trimestre del año la actividad manufacturera tuvo su mayor contracción en la región norte (-2.6%) en comparación con el mismo periodo del 2023. Le siguieron las regiones centro norte (-1.2%), centro (-0.7%) y el sur (-0.4%); es decir, la producción manufacturera en el país acumuló cuatro reducciones trimestrales consecutivas, mostrando un débil desempeño, informó el Banco de México (Banxico) en su más reciente Reporte sobre las economías regionales.
En las zonas norte, centro norte y centro la actividad manufacturera continuó con una trayectoria a la baja en el segundo trimestre del 2024, en esta contracción influyó principalmente la debilidad tanto en la producción destinada al mercado interno como externo.
El vínculo estrecho de la manufactura con la actividad económica de Estados Unidos, que también tuvo signos de desaceleración, afectó negativamente las cadenas de producción regionales, coincidieron los empresarios de estas regiones consultados por Banxico.
A pesar de la mejoría observada en la producción de vehículos ligeros en junio, este avance fue marginal y podría ser transitorio, ya que en julio los niveles de producción volvieron a ubicarse en valores bajos. Además, la dificultad para cubrir vacantes y los altos niveles de rotación de personal siguen siendo factores limitantes en la región, aunque su intensidad disminuyó en comparación con trimestres anteriores.
Como factor positivo, destaca la relocalización de líneas de producción desde Asia que continúan beneficiando, así como la depreciación del peso frente al dólar, que contribuyó a mejorar los márgenes de rentabilidad.
Impacto del nearshoring
El 12.9% de las empresas con más de 100 trabajadores reportó un incremento en su producción, ventas o inversión durante el periodo de julio del 2023 a julio del 2024, en relación con la relocalización de empresas, resalta el análisis de Banxico.
La región norte, con una estrecha relación comercial con Estados Unidos, presentó el mayor porcentaje de empresas beneficiadas por el nearshoring, con 16.9%, esto se atribuye a su proximidad geográfica y su fuerte integración en las cadenas globales de valor; el sector manufacturero de la región fue el más favorecido, con un aumento en la producción y una mayor inversión en infraestructura y personal, reflejando la atracción de inversión extranjera.
En el centro norte, 13.2% de las empresas experimentó efectos positivos derivados del nearshoring, la llegada de líneas de producción desde Asia aumentó, favorecida por los tratados comerciales con Estados Unidos y Canadá.
La región centro registró un aumento de 11.4%; tanto el sector manufacturero como el no manufacturero reportaron beneficios, aunque los subsectores con menor integración en cadenas globales mostraron un crecimiento limitado. La cercanía a la capital y el desarrollo de infraestructura podrían consolidar su posición en el futuro.
El sur reportó el menor porcentaje de empresas beneficiadas, con 7.8%, factores como la infraestructura deficiente y la falta de conectividad restringieron su capacidad para aprovechar completamente el fenómeno, con la superación de estos obstáculos, la región podría experimentar mayor crecimiento en los próximos años.
A pesar de los beneficios actuales de la relocalización, 41.3% de las empresas anticipa que su mayor impacto se materializará entre el 2026 y el 2030. La cercanía con Estados Unidos es el factor más relevante para consolidar el nearshoring, sumado a los tratados comerciales, la innovación tecnológica y el entorno macroeconómico. Sin embargo, limitantes como el suministro de energía deben ser abordados para consolidar a México como destino.
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