El gobierno del Estado envió al Congreso una iniciativa de ley para crear la Secretaría de Investigación, Innovación y Educación Superior, en lugar del Consejo de Ciencia, Innovación y Tecnología del Estado de Yucatán (Conciytey), ante el reto que afronta la entidad de “transitar hacia una economía del conocimiento”, que supone la innovación como base para la generación de productos y servicios competitivos.
La iniciativa, entregada a los diputados el 29 de septiembre, reconoce los esfuerzos hechos en el pasado para impulsar el desarrollo científico y tecnológico, pero considera que eso no ha logrado impulsar ese desarrollo “en los niveles necesarios para que incidan significativamente en la producción y la superación económica de la población”.
Para algunos miembros de la comunidad científica, la iniciativa es muy importante, “ya nos estábamos atrasando”, dice Alfonso Larqué Saavedra, ex director del Centro de Investigación Científica de Yucatán.
La nueva secretaría vendrá a llenar un hueco, opina Xavier Chiappa Carrara, coordinador de la Unidad Académica de Sisal de la UNAM, porque aunque el Conciytey ha hecho un buen papel, la actividad científica en Yucatán, dice, ha crecido y requiere de otras condiciones para avanzar.
Para Víctor Gutiérrez Martínez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti), “en el futuro el conocimiento y no el capital, será el elemento clave para el éxito empresarial”, por lo que la nueva secretaría será muy importante en la generación de conocimiento”.
La iniciativa del Ejecutivo, que propone la modificación de tres leyes, establece, en su exposición de motivos que las reformas a la Constitución, aprobadas en 2012 y 2013, establecen la obligación del Estado de apoyar la investigación científica y tecnológica, y garantizar a la población su integración a la sociedad de la información y el conocimiento, “mediante el establecimiento de una política de inclusión digital universal”.
Sin embargo, añade el documento, “crear las condiciones para que se dé la innovación no es una tarea sencilla, requiere de la planeación y el diseño de políticas públicas con visión a futuro, que den respuesta a las principales problemáticas y retos de la sociedad en que se apliquen”.
Una de estas tareas es la “formación de estudiantes universitarios emprendedores y competitivos, que impulsen la innovación”, así como de maestros que inspiren en las futuras generaciones la cultura científica y tecnológica.
Por todo esto, el gobierno determinó que es necesario concentrar en una sola institución, de mayor envergadura, con más rango de acción y capacidad de gestión, las labores de promoción, vinculación, registro y seguimiento de los avances científicos de la entidad, junto con la atribución de fortalecer la educación superior en el estado. La unión de estas dos materias, que son interdependientes, hace necesaria la creación de la Secretaría de Investigación, Innovación y Educación Superior.