Documentos judiciales del caso de 10 personas muertas luego de viajar dentro de un remolque sofocante en Texas detallaron el lunes que las personas atrapadas tomaban turnos para poder respirar a través de un hoyo en la pared del tráiler y que dieron de golpes a la estructura para llamar la atención del conductor, pero que no les hizo caso. Un pasajero dijo a las autoridades que cruzaron la frontera con México y los llevaron hacia el tráiler que los iba a dejar en San Antonio.
La queja dice que los pasajeros parecían bien la primera hora del trayecto, pero luego comenzaron a tener problemas para respirar.
Las autoridades acusaron el lunes al conductor del tráiler por la muerte de los inmigrantes que fueron transportados en el remolque. Los fiscales presentaron cargos contra James Matthew Bradley Jr., de 60 años, por transportar a los inmigrantes para obtener ganancias comerciales o financieras resultantes en la muerte de personas.
Las autoridades descubrieron el domingo ocho cadáveres dentro del camión de 18 neumáticos aparcado a pleno sol. Dos personas más fallecieron en el hospital, una de ellas el lunes. Las autoridades dijeron que la cifra de víctimas podía aumentar porque otros 20 rescatados están en malas condiciones físicas, muchas de ellas con deshidratación extrema y síntomas de insolación.
En Guatemala, la cancillería confirmó el lunes que uno de los fallecidos en el remolque en Texas era guatemalteco.
Se desconoce si el conductor tiene un abogado que pueda hablar de su situación judicial.
Bradley dijo a las autoridades que el tráiler había sido vendido y que lo estaba trasladando de Iowa a Brownsville, Texas y que desconocía que hubiera personas dentro hasta que se estacionó y salió a orinar.
Después de escuchar los gritos y los golpes, abrió la puerta y se “sorprendió cuando vio correr a personas ‘hispanas’ y cayó al piso”, de acuerdo con la queja.
Bradley dijo a los investigadores que sabía que el sistema de refrigeración del camión no funcionaba y que los cuatro hoyos de ventilación posiblemente estaban tapados. Dijo que tampoco llamó al 911 a pesar de que vio que había varias personas muertas.
“Estamos frente a un delito de tráfico de personas”, dijo el jefe de la policía de San Antonio, William McManus, que describió lo sucedido como “una tragedia horrible”.
El sábado en la noche o el domingo en la mañana, la policía recibió un aviso para que acudiera al estacionamiento de un Walmart en San Antonio y los agentes encontraron a las ocho personas sin vida.
Las víctimas “estaban muy calientes al tacto. No había indicios de que estas personas tuvieran agua en el remolque”, señaló el jefe de los bomberos de San Antonio, Charles Hood.
La policía no precisó si encontró el remolque cerrado, pero señaló que no tenía aire acondicionado en funcionamiento.
Se trata de la más reciente tragedia en un caso de contrabando de inmigrantes. En uno de los peores casos registrados en Estados Unidos, 19 inmigrantes que iban encerrados murieron en 2003 cerca de Victoria, Texas.
De acuerdo a las entrevistas efectuadas a los sobrevivientes la tragedia ocurrida este fin de semana, pudo haber más de 100 personas apiñadas en la unidad de carga durante la travesía, dijo el director interino del ICE, Thomas Homan.
Treinta y nueve personas se encontraban en el interior cuando llegaron los socorristas y se cree que el resto escapó o pidió a otros vehículos que los llevara hasta su próximo destino, dijeron las autoridades.
Algunos de los sobrevivientes dijeron a las autoridades que procedían de México y al parecer cuatro tenían entre 10 y 17 años, señaló Homan. Los investigadores no facilitaron detalles del lugar donde el camión comenzó su travesía o a dónde se dirigía.
Homan consideró improbable que la unidad fuera utilizada para llevar a los inmigrantes desde México. Afirmó que personas latinoamericanas que hacen tratos con redes de contrabandistas por lo general cruzan la frontera a pie y después los recoge algún conductor.
“Aun cuando el conductor está detenido, les puedo garantizar que hay muchas más personas a las que buscaremos para llevarlas a tribunales”, apuntó.
El Departamento de Seguridad Nacional asumió las investigaciones del caso. El titular de la agencia, John Kelly, dijo que el incidente muestra la brutalidad de las organizaciones traficantes de personas que “no tienen ningún respeto por la vida humana y a las que solo les interesan sus ganancias”.
El camión tenía matrícula de Iowa y estaba registrado con la compañía Pyle Transportation Inc., de Schaller, Iowa.
San Antonio se ubica a unos 240 kilómetros (150 millas) por tierra desde la frontera con México.
La temperatura en San Antonio alcanzó el sábado 38 grados centígrados (101 F) y no bajó de los 32 (90 F) hasta después de las 10 de la noche. El remolque no tenía funcionando su sistema de aire acondicionado, señaló Hood.
La tragedia salió a la luz después de que una persona del camión se acercó a un empleado de Walmart en el estacionamiento y le pidió agua el sábado por la noche o el domingo de madrugada, dijo McManus.
El empleado dio agua a la persona y llamó a la policía, que encontró a los fallecidos y las personas desesperadas dentro del remolque.
Algunas de esas personas corrieron hacia los árboles, lo que provocó su búsqueda, señaló McManus.
Los investigadores revisaron las imágenes de las cámaras de vigilancia de la tienda y vieron la llegada de vehículos que recogían a personas del camión, según la policía.
Walmart dijo el domingo en un comunicado que hacía lo que estaba a su alcance para colaborar con los investigadores.
El domingo en la noche, unas 100 personas se reunieron en una iglesia en San Antonio para participar en una vigilia por los fallecidos.