Noticias de Yucatán
(apro).- En los primeros 12 días de enero, una docena de
cabezas humanas fueron abandonadas en los cofres de cuatro vehículos, con la
advertencia de una “limpia delincuencial” en la zona sur del estado.
Los cuerpos desmembrados de las víctimas –presuntos
delincuentes, según el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares– estaban
envueltos en bolsas de plástico negras, mismas que fueron colocadas dentro de
autos compactos localizados en Tlacotalpan (con cinco cadáveres), Sayula de
Alemán (cuatro), Minatitlán (dos) y Cosoleacaque (uno). Las fotografías de la
macabra escena circularon en medios nacionales e internacionales.
Y en esta capital se vivió una noche de terror el pasado
sábado 13, luego de que presuntos sicarios de la Z-35 (zetas de la vieja
escuela) dejaron nueve cuerpos desmembrados en la cajuela y en los asientos de
una minivan, además de tres mensajes con amenazas al secretario de Seguridad
Pública (SSP), Jaime Téllez, y a su director de operaciones, Gerardo Guzmán, a
quienes responsabilizan “de no respetar los acuerdos”.
“Más unidos que nunca, la raza (sic) se respeta”, fue la
frase que dejaron en los tres mensajes. Por la mañana, un hombre que había sido
privado de su libertad en la colonia Laureles fue ejecutado de 14 balazos
frente a la sede del Poder Judicial del Estado.
En el último trimestre de 2017, el Cártel de Jalisco
Nueva Generación (CJNG) dejó regados cientos de ejecutados en los municipios de
Tuxpan, Tierra Blanca, Martínez de La Torre, Chacaltianguis, Tlacotalpan,
Sayula de Alemán y Cosoleacaque, así como en los principales polos urbanos de
Xalapa y el puerto de Veracruz.
En esta capital, los restos humanos fueron abandonados
cerca del centro histórico y a una cuadra de un módulo de seguridad pública, y
en las inmediaciones de la central de autobuses.
En Coatzacoalcos, tierra de asentamiento de Los Zetas, la
violencia se recrudeció a raíz de la detención en Cárdenas, Tabasco, del líder
regional Hernán Martínez Zavaleta, “El Comandante H”, y el abatimiento de
Bernardo Cruz Mota, “El Niño Sicario”, y de Elías Aguirre Sánchez, “El Metro”.
Sus subordinados mantienen una lucha interna por el control de la plaza, con la
consecuente ejecución de varios integrantes.
Y mientras en el sur de la entidad el CJNG advierte que
tomará el control de la plaza y “aniquilará” a zetas, secuestradores,
asaltantes y extorsionadores, en la región huasteca, al norte de la entidad, el
Grupo Sombra –célula adscrita al Cártel del Golfo, según indagatorias de la
Fiscalía General del estado (FGE)– trata de ganarse el “cariño” de la población
con diversos festivales en plazas públicas.
El pasado sábado 6, por ejemplo, repartieron regalos por
el día de reyes, y a finales de 2017 organizaron cenas navideñas en zonas
céntricas de los municipios de Pánuco, Tuxpan y Poza Rica.
En redes sociales circuló un video donde se observa a
sicarios del Grupo Sombra repartiendo juguetes en el Parque La Concordia, en el
municipio de Pánuco. Mientras regalan los juguetes y otros artículos a niños,
jóvenes y madres de familia, los organizadores, algunos con chalecos con las
insignias “FEGS” (Fuerzas Especiales Grupo Sombra), gritan: “Arriba el Grupo
Sombra”. Los asistentes contestan: “Arriba, que viva Sombra”.
En Veracruz, el dolor de cabeza para el expriista Miguel
Ángel Yunes Linares en sus primeros 13 meses de gobierno ha sido la seguridad,
que en campaña prometió apaciguar en seis meses.
De acuerdo con estadísticas del Secretariado Ejecutivo
del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en ese lapso se han
cometido dos mil 414 asesinatos y 178 secuestros.
Al respecto, Yunes ha asegurado que 70% de esos crímenes
involucra al crimen organizado y a “trabajadores” de la delincuencia.
La plataforma de la Secretaría de Gobernación (Segob)
también da cuenta de 20 mil 787 robos de vehículos y a casa-habitación de
diciembre de 2016 a noviembre de 2017, sin contar aquellas víctimas que han
optado por no denunciar, debido a las amenazas recibidas, o por desconfianza en
las autoridades.
El SESNSP no incluye a los presuntos delincuentes
“abatidos” por fuerzas policíacas estatales o federales, porque –pretextan las
autoridades– no se trata de homicidios.
En junio pasado, en una franca declaración de “batalla
frontal” contra la delincuencia organizada, Yunes Linares aseguró que la SSP y
la FGE, en coordinación con fuerzas federales, tenían 300 objetivos
delincuenciales prioritarios y específicos, pero al día de hoy no se ha dicho
cuántos delincuentes han sido detenidos y cuántos neutralizados.
A través de comunicados se sabe que fue abatido Ricardo
Pacheco Tello, “El Quino”, jefe de plaza del CJNG en el Golfo de México. Sin
embargo, varios de sus subordinados continúan delinquiendo en Veracruz y se han
expandido a la región del Sotavento, Cuenca del Papaloapan, zona sur, y en
puntos limítrofes de Oaxaca y zonas urbanas del estado de Puebla, según un
informe de inteligencia de la Procuraduría General de la República.
Combustión de Zetas
“El Comandante H” fue detenido en Cárdenas, Tabasco, pero
líderes y subordinados de Los Zetas en la zona sur de Veracruz –algunos de
origen extranjero– continúan peleando el control de las actividades ilícitas,
según un reporte de inteligencia denominado “Estructura Delictiva
Coatzacoalcos”, realizado por el Agrupamiento Coatzacoalcos, de la SSP, en el
que se consigna que en esa localidad aún hay “17 objetivos”, entre “estacas”,
distribuidores de estupefacientes, encargados del cobro de piso y jefes de
“halcones”.
En el sexenio de Javier Duarte predominaron los grupos
delincuenciales de Gente Nueva, Mata Zetas, Zetas y CJNG, y con Yunes Linares
hay una vorágine de ajustes de cuentas entre células de Los Zetas, CJNG,
Ántrax, Cártel de Sinaloa, Grupo Sombra, Cártel del Golfo y grupos independientes
de huachicoleros.
Integrantes de Morena, como el legislador Amado Cruz y el
líder estatal de ese partido, Manuel Huerta, han insistido que Veracruz
necesita de manera urgente un “comisionado federal” en materia de seguridad,
como en su momento lo tuvo Michoacán, con el fin de frenar a los delincuentes.
Pero la legisladora panista María Josefina Gamboa Torales
asegura que hay avances en materia de seguridad, porque hoy con Yunes, dice, ya
“no se esconden” muertos como en el sexenio de Javier Duarte.
“No desprecio el tema de seguridad, hay retos por lograr.
Cuando llegamos teníamos sólo 180 patrullas, en unos meses vamos a tener 600,
pero creo que antes el gobierno engañaba al Secretariado (SESNSP). Reportaban
tres homicidios, aunque fueran cien, eso era lo que reflejaba, pero ve las
fosas, lo que hoy se está abriendo, esos cuerpos no fueron asesinados ayer,
antier, llevaban años ahí”, subraya.
Gamboa Torales asegura que con Duarte se presentaron
delitos de lesa humanidad, y una clara muestra son los “levantones masivos” de
jóvenes en Xalapa, Puerto de Veracruz, Úrsulo Galván y Coatzacoalcos, por
mencionar solo algunos.
–Pareciera que se gobierna culpando al pasado –se le
cuestiona
–Tú llega a una casa destrozada, en la que hay goteras,
en la que no sirve la tubería, en la que hay túneles y en la que te exigen que
la arregles ya. No, espérate, déjame decirte de dónde partimos para volver a
poner los cimientos, para pintarla. Tú no puedes partir de una mentira, decimos
la verdad, se destruyeron las instituciones –responde la panista.
En la reunión del Grupo de Coordinación Veracruz,
realizada en días pasados, Yunes Linares destacó que recientemente hubo un
aseguramiento de 400 kilos de cocaína en el Puerto de Veracruz y 90 kilos más
en la estación de la Policía Federal en la cuenca del Papaloapan, e insistió
que, tras un análisis en las cinco regiones del estado, se advierte una
situación “mucho mejor en materia de seguridad”.
Y antes subrayó: “Quiero dejar en claro que la policía no
está para cuidar a delincuentes. Si los delincuentes se meten en actividades
delincuenciales, es natural que corran riesgos”.
Además, en reiteradas ocasiones ha insistido que a él
únicamente le preocupa la seguridad de “la gente de bien”.