Tráfico de plazas, irregularidades, violaciones laborales, venta y presunta corrupción en procesos de basificación del personal de Petróleos Mexicanos (Pemex), a cargo de Octavio Romero Oropeza, salieron a relucir en una red de exfuncionarios y actuales directivos de la exparaestatal en Carmen.
Pemex implementó un programa de basificación plagado de presuntas irregularidades y corrupción, como la venta de plazas, asignación ilegal, violaciones a los derechos de trabajadores con más antigüedad, atropellos y arbitrariedades.
Carlos Corona Pérez, jefe del Departamento de Personal de Carmen Suroeste, perteneciente a la Dirección Corporativa y Servicios, operaría la corrupción y ventas de plazas en Pemex, con anuencia de Marcos Herrerías Alamina, de la Dirección Corporativa de Administración y Servicios (DCAS), y Franco Octavio Veites Palavicini, subdirector de Capital Humano.
Transcendió que integraron expedientes de trabajadores transitorios con antigüedades alteradas, para justificar la entrega de plantas a quienes no tienen ese derecho.
Así lo demuestra un oficio firmado por Carlos Corona Pérez, jefe del Departamento de Personal de Carmen Suroeste, en que son favorecidos obreros transitorios y con menor antigüedad que otros, con lo cual violan la preferencia de derecho a quien tiene más años de servicio.
Son los casos de Jorge Rodríguez Miguel, adscrito a la Subdirección Mantenimiento y Logística como ayudante de Trabajo de Mantenimiento en plataforma zona marina, quien tenía 15 años de transitorio, mientras José Abraham Toledo Román, de 11 años y en la misma área.
La presunta corrupción de la Dirección General de Pemex y funcionarios ha sido repudiada por trabajadores de planta en tierra que quieren puestos en plataformas, pues todo indica que tiene más derecho un trabajador o extrabajador transitorio que ellos.
A ello —se quejaron— se les privilegia firmar contrato de planta sin contar con cursos para subir a plataforma, se les contrata sin haber pasado el servicio médico de la empresa, incluso sin estar en óptima condición de salud para abordar, mientras a los de planta les exigen renunciar a sus ascensos temporales para ascender en su escalafón.
Están coludidos con exfuncionarios sindicales y extrabajadores de las secciones 47 y 42 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), como Andrés Alberto Hiralva Tosca, Lida Ruiz Hernández, ésta suplente de la senadora Cecilia Sánchez; y Alfonso López Mora.
Con la anuencia del jefe de Personal, Carlos Corona, y del subgerente Luis Gabriel Núñez, el Departamento de Recursos se ha convertido en oficina de tráfico y comercialización de bases, donde están atrincherados Ruiz Hernández, López Mora, Rosalinda Soldevilla, candidata perdedor a la Secretaría General de la Sección 42; Mario Arcos Lucio y Carlos León, entre otros, al parecer tienen derecho de picaporte para entrar y salir de las oficinas petroleras sin ninguna orden de restricción.
Trascendió que Romero Oropeza y Marcos Herrerías, presionan al personal para jubilarse a fin de que pueda tener más plazas para traficar, aunque los trabajadores con más antigüedad deciden retirarse, lamentablemente no les pagan sus pensiones ni primas vacacionales.
En medio de los abusos y atropellos de los directivos de Pemex, salieron a relucir presuntos fraudes a los trabajadores, pues exempleados de confianza como Eva Barrera Pinzón junto con el exfuncionario sindical Hugo Díaz Uribe, obtuvieron información de manera ilegal en los departamentos de Contratos, de Archivo y de Relaciones Laborales, de personal afectado, para ofrecer servicio de demandas con la promesa de ganar los juicios contra la exparaestatal.
Tribuna