Aún son depósito de contaminantes y generan mal olor
23/03/2010
Las lagunas de oxidación donde funcionó el basurero municipal, y donde actualmente hay un asentamiento humano conocido como Los Tamarindo, están provocando serios problemas a los habitantes, debido a que aún se arrojan aguas negras y metales como plomo, mercurio y hierro, lo que representa una amenaza para el medio ambiente.
Esta situación se sigue generando, al parecer con conocimiento de la propias autoridades, a pesar que está prohibido continuar con esa labor en dicho lugar, ya que las pipas que siguen arrojando aguas negras son del gobierno del Estado, el Ayuntamiento de Mérida y particulares.
Los habitantes de Los Tamarindo, localizado a unos metros del Centro de Rehabilitación Teletón, se quejan de que en los últimos días los fétidos olores de las lagunas han aumentado y por las noches es peor. Aseguran que las personas adultas ya se acostumbraron a ese olor, pero es un peligro para los niños.
Sin embargo, los fétidos olores no son lo único que tienen que soportar esos vecinos sino también el hostigamiento de los empleados del Instituto de Vivienda del Estado de Yucatán (IVEY), pues no los dejan terminar de construir sus humildes casas.
Se informó que esos terrenos (una superficie de 60 hectáreas) pertenecen al ejido de Chuburná, pero el IVEY los expropio desde hace unos años, motivo por el cual los habitantes no han logrado obtener servicios públicos. El Ayuntamiento de Mérida, lo único que les ha brindado es alumbrado público.
“Los del IVEY a diario vienen a inspeccionar que no se construya nada, lo peor es que sí ven que una gente humilde está tratado de reparar sus láminas, enseguida nos amenazan con destruir toda la casa, pero si son personas que llegan en vehículos de lujo no les dicen nada y a sus albañiles los dejan trabajar”, dice Francisco Keb Chay, quien lleva cuatro años viviendo en esa zona que carece de energía eléctrica, agua potable, transporte y vigilancia policiaca.
