Noticias de Yucatán
Acusan a Ivonne Ortega de dar la orden de agredir
20/05/2010
DZEMUL.— El síndico Alejandro Pat Pech vivió en carne propia la irrupción en el Palacio Municipal, el domingo de elecciones, cuando agentes judiciales del Grupo Roca y otros encapuchados le advirtieron: “Si aprecias tu vida, no te metas” al tratar de impedir que se llevaran al panista Guadalupe Tzab Pech “Brujo”.
—El gobierno del Estado con sus agentes judiciales y estatales violaron la autonomía del municipio al entrar al Palacio Municipal a la fuerza y sin orden de aprehensión, y sobre todo agrediendo y amenazando de muerte a los que lo impedían —dice.
—Me amenazaron con dos pistolas en la cabeza, incluso cortaron cartucho para someterme junto con las personas que evitábamos que entraran al Palacio Municipal, y lo peor del caso es que hasta a un niño de 12 años, que filmaba los desmanes de la policía estatal fue amenazado con una escopeta para que dejara de grabar con su celular.
—Dos encapuchados cortaron cartucho cuando me pusieron el arma en la cabeza, y cuando otro trató de darme con la culata de la escopeta, un ciudadano logró golpear al agente para evitar el golpe, pero no me salvé de la patada en los bajos.
—No le tenemos miedo a la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco. Si nos va a matar que lo haga. Es lamentable la situación que se vivió en el municipio. Y la hacemos responsable de nuestra integridad, pues a toda costa quiere recuperar del PAN la cuna donde nació.
—Al pueblo ya no se le engaña más, ya se quitó la venda de los ojos, y a pesar de que obligó que los 170 empleados que tienen votaran a la vista, perdieron, y así dice querer a Dzemul.
—La gobernadora mandó directamente a los agentes a golpear e intimidar a la ciudadanía, y en el caso de la agresión del Palacio Municipal no le importó violar la autonomía municipal.
El secretario de la Comuna, Luis Felipe Rivera Cruz, también vivió los momentos de terror porque estaba en las oficinas allanadas, junto con el “Brujo”, y esquivó dos veces los golpes de la cacha de la pistola: cuando defendía al panista y cuando empujó al agente que le robó al “Brujo” dos alhajas de oro y $10,000.
—Poco se pudo hacer cuando se luchó con los agentes —señala— porque se impusieron en número y con sus armas de grueso calibre, con las que nos amenazaban cortando cartucho y sobre todo por los disparos que hicieron al aire.
—El gobierno del Estado con sus agentes judiciales y estatales violaron la autonomía del municipio al entrar al Palacio Municipal a la fuerza y sin orden de aprehensión, y sobre todo agrediendo y amenazando de muerte a los que lo impedían —dice.
—Me amenazaron con dos pistolas en la cabeza, incluso cortaron cartucho para someterme junto con las personas que evitábamos que entraran al Palacio Municipal, y lo peor del caso es que hasta a un niño de 12 años, que filmaba los desmanes de la policía estatal fue amenazado con una escopeta para que dejara de grabar con su celular.
—Dos encapuchados cortaron cartucho cuando me pusieron el arma en la cabeza, y cuando otro trató de darme con la culata de la escopeta, un ciudadano logró golpear al agente para evitar el golpe, pero no me salvé de la patada en los bajos.
—No le tenemos miedo a la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco. Si nos va a matar que lo haga. Es lamentable la situación que se vivió en el municipio. Y la hacemos responsable de nuestra integridad, pues a toda costa quiere recuperar del PAN la cuna donde nació.
—Al pueblo ya no se le engaña más, ya se quitó la venda de los ojos, y a pesar de que obligó que los 170 empleados que tienen votaran a la vista, perdieron, y así dice querer a Dzemul.
—La gobernadora mandó directamente a los agentes a golpear e intimidar a la ciudadanía, y en el caso de la agresión del Palacio Municipal no le importó violar la autonomía municipal.
El secretario de la Comuna, Luis Felipe Rivera Cruz, también vivió los momentos de terror porque estaba en las oficinas allanadas, junto con el “Brujo”, y esquivó dos veces los golpes de la cacha de la pistola: cuando defendía al panista y cuando empujó al agente que le robó al “Brujo” dos alhajas de oro y $10,000.
—Poco se pudo hacer cuando se luchó con los agentes —señala— porque se impusieron en número y con sus armas de grueso calibre, con las que nos amenazaban cortando cartucho y sobre todo por los disparos que hicieron al aire.