No la obligué, dice "El Negro"

10 diciembre 2010
Noticias de Yucatán

(abuso, injusticia, caso curioso)

10 diciembre 2010
Testimonio del acusado en el caso de una desaparecida
El tabasqueño Mario Alberto Ascencio Aguilar
El tabasqueño Mario Alberto Ascencio Aguilar "El Negro", en la declaración que rindió ayer, pocas horas después de su detención por una denuncia penal Ver fotos(1)

El tabasqueño Mario Alberto Ascencio Aguilar, acusado de la desaparición de la joven Verónica Grajales Castillo, rindió ayer su declaración preparatoria y negó haberse llevado a la fuerza a la muchacha.

El detenido negó que haya pedido un "rescate" de 2,000 pesos por la jovencita y, por el contrario, aseguró que intentó que ella volviera a su casa, pero ella no aceptó.

Ascencio Aguilar rindió ayer su declaración preparatoria ante el Juzgado Sexto de Penal, donde fue radicada la acusación del delito de privación ilegal de la libertad por denuncia de los padres de Verónica y de otras dos adolescentes a las que presuntamente tuvo retenida en un hotel de esta ciudad.

Como informamos ayer, Ascencio Aguilar "El Negro" fue detenido en Emiliano Zapata, Tabasco, luego de una intensa búsqueda de la policía judicial yucateca que se prolongó durante 11 días, desde la desaparición de la joven Grajales el sábado 27 de noviembre.

Ascencio Aguilar, quien dijo ser chofer de tráiler y no "stripper", señaló en su relato que conoció a Verónica y a las otras dos jovencitas cuando éstas le pidieron un aventón cuando viajaba por el centro de Mérida en un automóvil con un amigo y Jokoosi Izamani Chan Torres, el otro detenido por este caso.

Llevaron a las jóvenes a la terminal de autobuses porque les dijeron que no eran de Mérida y pretendían viajar, pero como no les alcanzó el dinero para sus boletos, él se "ofreció" alojarlas en el hotel donde se hospedaba. Aseguró que lo hizo por ayudar, pues él tiene hermanas y se sintió conmovido.

Al día siguiente, domingo 28 de noviembre, las dos jóvenes se fueron, pero Verónica insistió en irse con él cuando le dijo que tenía que viajar a Tabasco. Viajaron en camión a Umán, donde un extranjero al que conoce él le dio prestado dinero y de ahí se dirigieron a Champotón.

Manfestó que Verónica le dijo que era mayor de edad e insistía en que no era de Mérida. Ella le contó que tenía problemas con su familia y él decidió que era mejor que regresara a su casa porque le daba miedo que lo acusaran de traficar con indocumentados, pues la joven no le mostró identificación alguna.

A una pregunta, el tabasqueño dijo al juez que no recurrió a la policía por temor a meterse en problemas.

En Champotón, según su testimonio, casi logra que Verónica regresara a su casa, pero ella se arrepintió cuando estaban en la terminal de autobuses, de manera que siguió su camino hasta Emiliano Zapata, Tabasco.

En ese lugar, la joven le dijo que tenía el "chip" de su teléfono celular, de manera que él se lo colocó a un aparato y fue cuando recibieron una llamada de la tía de la jovencita.

Ella no quiso hablar con su pariente, pero él lo hizo y también habló con el padre de Verónica, a quien le ofreció traerla de regreso a Mérida.

Según el acusado, Verónica habló con su familia y fue ella quien pidió dinero para comprar algunas cosas y los boletos de regreso a esta ciudad, pero negó que el dinero fuera producto del rescate, como supone la Procuraduría del Estado.

-Es ilógico pensar que alguien pida un rescate de $2,000 -comentó el acusado durante la diligencia.

El joven insistió en que Verónica estuvo con él, pero que no la obligó, sino que fue por amor.

Al final de la diligencia, el acusado se vio más relajado y dio pie a momentos jocosos, como cuando llamó como "Raquel Villanueva" a la defensora de oficio para pedirle que ofrezca el testimonio de Verónica.

También dijo que su caso puede compararse con un episodio del programa televisivo de la "Señorita Laura", pues cuando lo llamaron a declatar le dijeron: "¡Que pase el desgraciado...!"

-Cuando le pregunten a Vernica por qué te fuiste con él, seguramente va a decir que porque estaba muy guapo -señaló.

Antes de firmar el acta preguntó cuántos años pasaría en prisión y él mismo respondió que "como 40 años".

-Está bien que me pase, para que aprenda... ya toqué fondo .

Por el momento, el acusado no tiene derecho a salir libre bajo fianza
.

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