(1)En nueva reunión que sostuvieron anteanoche y ante la falta de respuesta a sus dudas, poco más de 100 ciudadanos de diferentes rumbos de la ciudad acordaron dar un ultimátum a la alcaldesa Angélica Araujo Lara: "Vamos a pedirle por escrito que no haga el llamado 'paso deprimido' y si en 15 días no nos responde, tomaremos otras medidas".
Si la autoridad no les hace caso prepararán denuncias penales y/o administrativas contra ese proyecto y si todavía sigue sin escuchar "vamos a hacer un campamento" en la glorieta ubicada en Circuito Colonias con Prolongación de Montejo, agregaron los inconformes.
Durante la reunión, que se llevó al cabo en la plaza comercial ubicada en la calle 29 con la Prolongación de Paseo de Montejo, numerosos ciudadanos participaron dando sus puntos de vista sobre los daños y perjuicios que ocasionaría el "paso deprimido" al medio ambiente, a la vialidad, al transporte, a los peatones, a las empresas, a los empleos y, en general, a la condiciones de vida, no sólo de los que habitan por el rumbo sino de todos lo que tienen que transitar por esa zona.
La arquitecta Yolanda Fernández Martínez, directora de Desarrollo Urbano de la Comuna, quien fue invitada para que informe sobre el proyecto, se disculpó porque tenía otros compromisos.
Al acto asistieron numerosos arquitectos expertos en desarrollo urbano, quienes dieron sus puntos de vista.
La junta se inició con un resumen de actividades y gestiones hechas ante la Comuna y que hasta anoche seguían sin respuesta. También se recordó que ya se presentó una serie de propuestas alternas que podrían ayudar a mejorar la vialidad de la zona sin necesidad de gastar tanto dinero.Limberg Herrera, coordinador estatal del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios de la Unesco señaló que es muy probable que se hallen vestigios arqueológicos al momento de hacer la excavación y eso atrasaría el plazo de construcción.Monserrat Alsina Massó, empresaria de la zona, preguntó: "¿Quién se hará responsable de los daños que se causarán a mis departamentos como consecuencia de las excavaciones?.. Que me lo digan por escrito".El investigador de la Facultad de Arquitectura Enrique Urzaiz Lares dijo que el interés con que se pretende hacer el "paso deprimido" no es de todos los ciudadanos, expresión que arrancó los aplausos de los asistentes. "Tenemos que luchar de manera ordenada para que como meridanos podamos preservar ese valor que nos ha caracterizado en todo el país que es la calidad de vida", agregó el profesional.Salvador Vitelli Macías, empresario y también vecino del rumbo, expresó que es necesario considerar tres aspectos: la seguridad vial por la complejidad que implica el "paso deprimido", la afectación a los empleos, y el hecho de que se trata de una obra innecesaria ya que hay otras vías como La Cibeles de Madrid o el Ángel de la Independencia de la capital que registran mucho más aforo vehicular que la glorieta que se pretende destruir y no se ha pensado en hacer túneles.El Arqto. Mauricio Mier y Terán, cuyo padre fue el constructor de la glorieta en peligro, dijo que, después de ver la proyección del paso subterráneo que la Comuna difunde a todo color en un folleto, se trata de una puñalada para Mérida.También tomaron la palabra los jóvenes Pedro y Erick Gamboa García, y Pamela Peraza, quienes señalaron que también están preocupados por los daños que se causarán al medio ambiente como consecuencia de las excavaciones y el uso del túnel.Rafael Lara, estudiante a la maestría en arquitectura, insistió en la necesidad de trabajar en una ciudad más enfocada al peatón que al automovilista.
