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(dengue, mentiras, estupidez, salud, crisis salud, manipulación)
Tema: El dengue en Yucatán
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En saco roto el consejo de expertos contra el dengue
Publicada: 6 febrero 2012
Publicada: 6 febrero 2012
Durante septiembre la SSY recurrió a la fumigación aérea como la solución ante el elevado avance del dengue (1)
Pese a que durante una comparecencia en el Congreso, un mes después de iniciada la fumigación aérea, el titular de la Secretaría de Salud del Estado de Yucatán, Álvaro Quijano Vivas, dijo a los diputados que gracias a esa medida desde los primeros cuatro días "se acabaron los moscos adultos", en lugar de reducir el número de casos de dengue, se triplicó.
Según cifras oficiales, al 27 de septiembre de 2011, un día antes del inicio de la fumigación aérea, el número de enfermos de dengue ascendía a 784 y una persona fallecida.
Un mes después, al término de la fumigación, esta cifra se disparó a 3,154 y cinco fallecidos. Un fracaso redondo.
El gobierno insistió en la fumigación aérea, no obstante que en entrevista con el Diario, en octubre, el doctor Ildefonso Fernández Salas, investigador de la Universidad Autónoma de Nuevo León y uno de los mayores expertos internacionales en control del dengue, advirtió que "hay poca experiencia en el mundo sobre este tipo de fumigaciones y elementos insuficientes para evaluar su efectividad".
En el mejor de los casos, añadió, esa fumigación mata al mosco adulto, no a las larvas, que pronto se convierten en moscos, de modo que la fumigación debe ir acompañada, obligadamente, de una intensa descacharrización.
Además, dijo, "la fumigación aérea no funciona si hay humedad -el insecticida cae en gotas y no se dispersa- ni tampoco si la gente no abre las puertas y ventanas de sus casas para recibir el insecticida".
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la fumigación debe empezar en la temporada de secas para acabar con las larvas del mosco y no después.
En octubre informamos que la SSY descuidó la fumigación en las colonias durante la seca, debido a la falta de criterio y experiencia del director de Prevención y Protección a la Salud, Cuauhtémoc Sánchez Rodríguez, responsable de la estrategia para combatir el dengue, que aceptó la imposición del director del Programa Nacional de Prevención contra Enfermedades Transmitidas por Vectores, de la Secretaría de Salud federal, Juan Arredondo Jiménez, para instalar casi 5,000 ovitrampas en la ciudad, en lugar de fumigar para destruir las larvas del mosco.
Las ovitrampas, un sencillo artefacto que recolecta los huevecillos de las hembras, sirven para calcular la densidad de la población de moscos en una región y saber dónde concentrar los esfuerzos del combate.
"Es un método poco fiable y con mucho sesgo", dijo en la entrevista el Dr. Fernández Salas, porque "las hembras no ponen todos sus huevos en el mismo lugar, como supone la teoría de las ovitrampas. Ponen su huevos en un sitio que puede ser o no la ovitrampa, y otros en lugares distintos, de modo que es difícil tener un registro confiable del número de huevecillos". La realidad le dio la razón al experto.
Luego de la fumigación aérea, la SSY, en un boletín, presumió la efectividad de las ovitrampas y dijo que gracias a la fumigación aérea y terrestre y a la descacharrización de los últimos días de septiembre, el número de huevecillos hallados en las trampas disminuyó de 100, registrados entre el 11 y el 17 de septiembre, a 30 ó 40 hallados 15 días después, lo que supone, añadió la dependencia, una disminución en el avance del riesgo de contraer el dengue. Continuará.
Según cifras oficiales, al 27 de septiembre de 2011, un día antes del inicio de la fumigación aérea, el número de enfermos de dengue ascendía a 784 y una persona fallecida.
Un mes después, al término de la fumigación, esta cifra se disparó a 3,154 y cinco fallecidos. Un fracaso redondo.
El gobierno insistió en la fumigación aérea, no obstante que en entrevista con el Diario, en octubre, el doctor Ildefonso Fernández Salas, investigador de la Universidad Autónoma de Nuevo León y uno de los mayores expertos internacionales en control del dengue, advirtió que "hay poca experiencia en el mundo sobre este tipo de fumigaciones y elementos insuficientes para evaluar su efectividad".
En el mejor de los casos, añadió, esa fumigación mata al mosco adulto, no a las larvas, que pronto se convierten en moscos, de modo que la fumigación debe ir acompañada, obligadamente, de una intensa descacharrización.
Además, dijo, "la fumigación aérea no funciona si hay humedad -el insecticida cae en gotas y no se dispersa- ni tampoco si la gente no abre las puertas y ventanas de sus casas para recibir el insecticida".
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la fumigación debe empezar en la temporada de secas para acabar con las larvas del mosco y no después.
En octubre informamos que la SSY descuidó la fumigación en las colonias durante la seca, debido a la falta de criterio y experiencia del director de Prevención y Protección a la Salud, Cuauhtémoc Sánchez Rodríguez, responsable de la estrategia para combatir el dengue, que aceptó la imposición del director del Programa Nacional de Prevención contra Enfermedades Transmitidas por Vectores, de la Secretaría de Salud federal, Juan Arredondo Jiménez, para instalar casi 5,000 ovitrampas en la ciudad, en lugar de fumigar para destruir las larvas del mosco.
Las ovitrampas, un sencillo artefacto que recolecta los huevecillos de las hembras, sirven para calcular la densidad de la población de moscos en una región y saber dónde concentrar los esfuerzos del combate.
"Es un método poco fiable y con mucho sesgo", dijo en la entrevista el Dr. Fernández Salas, porque "las hembras no ponen todos sus huevos en el mismo lugar, como supone la teoría de las ovitrampas. Ponen su huevos en un sitio que puede ser o no la ovitrampa, y otros en lugares distintos, de modo que es difícil tener un registro confiable del número de huevecillos". La realidad le dio la razón al experto.
Luego de la fumigación aérea, la SSY, en un boletín, presumió la efectividad de las ovitrampas y dijo que gracias a la fumigación aérea y terrestre y a la descacharrización de los últimos días de septiembre, el número de huevecillos hallados en las trampas disminuyó de 100, registrados entre el 11 y el 17 de septiembre, a 30 ó 40 hallados 15 días después, lo que supone, añadió la dependencia, una disminución en el avance del riesgo de contraer el dengue. Continuará.
Tema: El dengue en Yucatán
En contexto:
Batalla perdida contra el dengue | Tres puntos
1 La fumigación aérea como arma contra el mosco
No funcionó
Pese a que la fumigación aérea se presentó como una solución y a que se dijo que "se acabaron los moscos adultos", en lugar de reducir el número de casos de dengue, éste se triplicó
2 Ovitrampas en vez de hacer la fumigación
Sólo para control
La SSY acepta una imposición del director del Programa Nacional de Prevención contra Enfermedades Transmitidas por Vectores e instala casi 5,000 ovitrampas, en lugar de fumigar en el estado.
3 Presumen los resultados pero la realidad es otra
Reducción de casos
la SSY presumió la efectividad de las ovitrampas y dijo que gracias a la fumigación aérea y terrestre y a la descacharrización de los últimos días de septiembre, el número de huevecillos disminuyó.
1 La fumigación aérea como arma contra el mosco
No funcionó
Pese a que la fumigación aérea se presentó como una solución y a que se dijo que "se acabaron los moscos adultos", en lugar de reducir el número de casos de dengue, éste se triplicó
2 Ovitrampas en vez de hacer la fumigación
Sólo para control
La SSY acepta una imposición del director del Programa Nacional de Prevención contra Enfermedades Transmitidas por Vectores e instala casi 5,000 ovitrampas, en lugar de fumigar en el estado.
3 Presumen los resultados pero la realidad es otra
Reducción de casos
la SSY presumió la efectividad de las ovitrampas y dijo que gracias a la fumigación aérea y terrestre y a la descacharrización de los últimos días de septiembre, el número de huevecillos disminuyó.
Decisión errónea y fatal
La política contra el dengue se basó en razonamientos equivocados. La fumigación aérea de 2011, acto de poca reflexión
Publicada: 6 febrero 2012
La política contra el dengue se basó en razonamientos equivocados. La fumigación aérea de 2011, acto de poca reflexión
Publicada: 6 febrero 2012
Salud
El aumento del dengue en Yucatán, que mantiene al Estado en el primer lugar nacional en incidencia de esa enfermedad y en riesgo permanente de explosión de más casos durante el transcurso de este año, es consecuencia de una política sanitaria equivocada, una de cuyas principales facetas es la costosa fumigación aérea llevada al cabo en octubre de 2011.
La medida, que el gobierno presentó como la gran solución, de poco sirvió: en lugar de disminuir el número de enfermos, éste creció al triple, un mes después, de acuerdo con cifras oficiales.
Como hemos informado, ante la avalancha de nuevos casos y la inconformidad generalizada de la población por la ineficacia en el combate al Aedes aegypti, el mosco transmisor de esta enfermedad, la administración de la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco gastó $6 millones en la contratación de dos aviones que fumigaron la capital yucateca durante cuatro semanas, del 28 de septiembre a fines de octubre.
El gobierno presentó esta medida como la gran solución ante el avance del dengue.
El coordinador estatal de Vectores, de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY), Azael Che Mendoza, indicó a fines de septiembre de 2011 que esa medida mitigaría el brote del padecimiento, a fin de que éste no llegue a los niveles del año pasado. (Empero, como ya publicamos, en 2010 el número de casos de dengue fue de 2,480 y en 2011 de 6,020).
El aumento del dengue en Yucatán, que mantiene al Estado en el primer lugar nacional en incidencia de esa enfermedad y en riesgo permanente de explosión de más casos durante el transcurso de este año, es consecuencia de una política sanitaria equivocada, una de cuyas principales facetas es la costosa fumigación aérea llevada al cabo en octubre de 2011.
La medida, que el gobierno presentó como la gran solución, de poco sirvió: en lugar de disminuir el número de enfermos, éste creció al triple, un mes después, de acuerdo con cifras oficiales.
Como hemos informado, ante la avalancha de nuevos casos y la inconformidad generalizada de la población por la ineficacia en el combate al Aedes aegypti, el mosco transmisor de esta enfermedad, la administración de la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco gastó $6 millones en la contratación de dos aviones que fumigaron la capital yucateca durante cuatro semanas, del 28 de septiembre a fines de octubre.
El gobierno presentó esta medida como la gran solución ante el avance del dengue.
El coordinador estatal de Vectores, de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY), Azael Che Mendoza, indicó a fines de septiembre de 2011 que esa medida mitigaría el brote del padecimiento, a fin de que éste no llegue a los niveles del año pasado. (Empero, como ya publicamos, en 2010 el número de casos de dengue fue de 2,480 y en 2011 de 6,020).