Un grupo de niños del kínder "Felipe Carrillo Puerto" muestra las grietas causadas por un árbol en el muro que los separa de una primaria
En todos los recreos del jardín de niños “Felipe Carrillo Puerto”, de la colonia Francisco I. Madero, la directora Ligia Palma Brito advierte: “niños, no se aparraguen ni apoyen en el muro”.
Cada vez que los niños y niñas juegan en el parquecito del kínder aumenta el temor de la profesora Palma Brito de que ocurra una tragedia.
Las raíces de un enorme árbol ya formó grietas serpenteadas y profundas en una parte del muro divisorio con la escuela primaria “Alfonso Urueta”, ubicada en la calle 98 No.511 entre 63 y 63-A de la Madero.
“No queremos que corten el árbol porque ayuda al medio ambiente. Está hermoso y nos protege del sol”, recalcó la directora. “Sus raíces ya levantaron el piso y movieron la barda y ésta es un peligro para los alumnos”.
El frondoso árbol, que no es un ceibo como dijo la maestra anteayer y está en el terreno de la primaria, forma un enorme cobertizo natural que protege del sol a los niños y niñas que van a los juegos infantiles durante el recreo.
“Queremos evitar una tragedia”, subrayó. “No vaya a pasar algo grave y después de ahogado el niño quieran tapar el pozo”.
Y tiene razón en preocuparse. En un tramo de aproximadamente seis metros los bloques del muro lucen un desprendimiento del cimiento entre fila y fila. Son grietas serpenteadas, unas son tan profundas que se puede ver la escuela primaria en las aberturas. Cada día que pasa aumenta la línea de grietas y se debilita aún más la estructura de la barda divisoria.
Los padres de familia del kínder y de la primaria, acompañados de la directora Ligia Palma, como publicamos ayer, pidieron apoyo al director de Desarrollo Social del Ayuntamiento, Salvador Vitelli Macías, en Miércoles Ciudadano, pero por normatividad no pudo ayudar al colegio. Entonces les recomendó plantear el caso a la Secretaría de Educación del Estado porque cuenta con programas de mantenimiento de escuelas.
“Ya nos estamos moviendo. La sociedad de padres de familia de la primaria gestiona que alguna dependencia corte las puntas de las raíces que se extienden como un pulpo y ya afectan”, comentó. “Yo, como directora, mandaré un oficio al Idefey (a cargo del ex presidente de la CMIC, Víctor Castillo Espinosa) para pedir que vengan a reparar el muro antes de que se caiga”.
Tanto la primaria como el kínder buscan la seguridad de los alumnos y continuarán su peregrinar hasta que alguna dependencia ponga atención al problema.
“Una parte del muro ya es un peligro para los niños”, reiteró. “Yo veo que está a punto de caerse. No podemos prohibir que vengan los niños a los juegos porque el recreo es un momeno de recreación y convivencia entre ellos. No tenemos otro lugar para los juegos, no hay otra sombra”.