Vividor de 34 años deja en la calle a prestamista meridana de 64

19 agosto 2015
Noticias de Yucatán


María, por llamarle de algún modo, llegó a la plenitud de la vida. A sus 64 años tenía todo lo que se puede soñar a esa edad: una buena jubilación que le permitía tener independencia financiera y tiempo suficiente para disfrutar ese dinero.
No obstante que está en retiro, seguía siendo productiva y se dedicaba a prestar dinero al interés, lo que a su vez le hacía allegarse de alhajas y otros bienes de personas que no podían cubrir los créditos.
Como mencionamos al principio tenía todo o casi todo…
Quizá por eso cuando conoció a Enrique Alcocer, un hombre 30 años menor que ella, que se portó caballeroso y la estuvo enamorando, cayó rendida a sus brazos como una quinceañera que siente por primera vez el amor.
Lo conoció un domingo, hablaron de pasión, le preguntó su nombre y muchas cosas más. Este encuentro casual fue en el restaurante Flamboyanes y ahí fue donde comenzó la desgracia para María.
Durante un tiempo el galán la estuvo enamorando hasta que finalmente ella lo llevó a vivir a su casa en Itzimná, donde convivieron durante cuatro meses, hasta que un día él partió pero no se fue solo, porque la dejó sin dinero, sin alhajas e incluso el sujeto vendió terrenos que la mujer tenía en propiedad.
Tras vencer la vergüenza de haber sido víctima de un vividor, la mujer acudió al Ministerio Público a interponer una denuncia con la esperanza de recuperar algo de lo mucho que perdió cegada por un amor otoñal. Formal Prisión.


 

News Yucatan


Mary, call somehow reached the fullness of life. At 64 years he had everything you could dream at that age: a good pension that allowed him to have financial independence and sufficient time to enjoy that money.
However he is retired, he was still productive and engaged in lending money to the interest, which in turn made her cleave of jewelry and other assets of persons who could not cover the claims.
As mentioned earlier had all or almost all ...
Maybe that's why when he met Enrique Alcocer, a man 30 years her junior, who behaved gentleman and was falling, fell surrendered to his arms like a teenager who first feel the love.
She met him on Sunday, spoke of passion, asked his name and much more. This chance encounter was in the Flamboyanes restaurant and that's where the trouble began for Mary.
For a time the lover's was falling until finally she took him to live in his house in Itzimná, where they lived for four months, until one day he left but not left alone because he left without money, jewelry and even the subject sold land that the woman had owned.
After overcoming the shame of having been the victim of a parasite, the woman went to the Public Ministry to lodge a complaint with the hope of recovering some of the many who lost an autumn blinded by love. Formal Prison.

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