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Cómo se recordará, a principios de este mes fueron talados siete árboles que estaban ubicados en la acera de lo que será la nueva tienda, para la construcción de un carril de desaceleración. Poco después la misma dependencia municipal informó que el corte se hizo a petición de esa empresa y se autorizó con base en el protocolo para el cuidado ambiental, pero condicionó la siembra de otros 37 para que pueda obtener su licencia de funcionamiento.
Considerando que el proyecto ya contaba con la autorización en materia urbana, la cual implicaba un alineamiento y cumplimiento con los requerimientos de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno estatal y de la Seduma, en materia vial y ambiental, respectivamente, la Unidad de Desarrollo Sustentable procedió a aplicar un “criterio de compensación por el corte de los siete árboles”.
Hoy, Sayda Rodríguez Gómez, directora de la referida Unidad de Desarrollo Sustentable, confirmó que la empresa cumplió con sembrar los 37 árboles en las inmediaciones de lo que será su estacionamiento.
La Unidad de Desarrollo Sustentable del Ayuntamiento de Mérida verificó que la reforestación se llevara al cabo antes de la primera semana de diciembre, momento en la que la cadena comercial estaría solicitando su licencia de funcionamiento.
Sayda Rodríguez agregó que también supervisó que el nuevo local comercial cuente con un total de 2,000 metros cuadrados de áreas verdes y que se respetaran los ocho árboles, tal y como se previó en el proyecto inicial.
La funcionara precisó que por lo general cuando se tala un árbol la compensación mínima es de 5 a 1, y en este caso, aunque debieron ser 35 árboles, finalmente la reforestación llegó a 37 nuevos
Los árboles sembrados, que tiene en promedio dos metros de altura, pertenecen a la variedad Bursera Simaruba, conocida en la región como chaká o palo mulato. Este árbol se sugirió por ser endémico y tener un tronco largo que ramifica a los tres metros de altura en promedio, lo que ofrece una copa amplia y permite una buena captación de dióxido de carbono; al mismo tiempo que evita que el estacionamiento sea un punto de calor para esa zona de la ciudad.
La Unidad de Desarrollo Sustentable del Ayuntamiento de Mérida, confirmó que la cadena comercial Aurrerá cumplió, antes del plazo que se le fijó, con la plantación de 37 árboles exigidos por la Comuna, en el terreno donde funcionará una nueva sucursal -ubicada en calle 20 con Circuito Colonias-, como condición para que pudiera obtener el permiso de apertura.
Cómo se recordará, a principios de este mes fueron talados siete árboles que estaban ubicados en la acera de lo que será la nueva tienda, para la construcción de un carril de desaceleración. Poco después la misma dependencia municipal informó que el corte se hizo a petición de esa empresa y se autorizó con base en el protocolo para el cuidado ambiental, pero condicionó la siembra de otros 37 para que pueda obtener su licencia de funcionamiento.
Considerando que el proyecto ya contaba con la autorización en materia urbana, la cual implicaba un alineamiento y cumplimiento con los requerimientos de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno estatal y de la Seduma, en materia vial y ambiental, respectivamente, la Unidad de Desarrollo Sustentable procedió a aplicar un “criterio de compensación por el corte de los siete árboles”.
Hoy, Sayda Rodríguez Gómez, directora de la referida Unidad de Desarrollo Sustentable, confirmó que la empresa cumplió con sembrar los 37 árboles en las inmediaciones de lo que será su estacionamiento.
La Unidad de Desarrollo Sustentable del Ayuntamiento de Mérida verificó que la reforestación se llevara al cabo antes de la primera semana de diciembre, momento en la que la cadena comercial estaría solicitando su licencia de funcionamiento.
Sayda Rodríguez agregó que también supervisó que el nuevo local comercial cuente con un total de 2,000 metros cuadrados de áreas verdes y que se respetaran los ocho árboles, tal y como se previó en el proyecto inicial.
La funcionara precisó que por lo general cuando se tala un árbol la compensación mínima es de 5 a 1, y en este caso, aunque debieron ser 35 árboles, finalmente la reforestación llegó a 37 nuevos
Los árboles sembrados, que tiene en promedio dos metros de altura, pertenecen a la variedad Bursera Simaruba, conocida en la región como chaká o palo mulato. Este árbol se sugirió por ser endémico y tener un tronco largo que ramifica a los tres metros de altura en promedio, lo que ofrece una copa amplia y permite una buena captación de dióxido de carbono; al mismo tiempo que evita que el estacionamiento sea un punto de calor para esa zona de la ciudad.
