Noticias de Yucatán
Las normas fiscales aún son “supercomplejas”
“En lugar de simplificación hay una supercomplicación de las normas fiscales y de su aplicación”, reconoció Jaime Romo García, magistrado de la Sala Regional Peninsular del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, en el marco de una conferencia en la Universidad del Valle de México.
Ex alumno y maestro de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Romo García explicó que aún no se ha logrado el objetivo de hacer estas normas sencillas y accesibles, para que los contribuyentes cumplan siempre y a tiempo sus disposiciones.
Dijo que esta falta de sencillez y accesibilidad en las normas obliga a los contribuyentes a contratar a contadores para cumplir sus declaraciones.
“Para una persona física que no tenga una actividad empresarial es muy sencillo llenar el formato que proporciona la Secretaría de Hacienda y Crédito Público por medio del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y cumplir las disposiciones fiscales”, dijo.
Sin embargo, indicó que para una persona física que realice actividades empresariales, y más aún, para una persona moral que tenga un “universo” de obligaciones fiscales que cumplir, sí se requiere un técnico que desempeñe esas materias, esa encomienda.
El nombre de la conferencia sustentada en la UVM fue “El Estado Federal desde la perspectiva fiscal” y en ella habló sobre las consideraciones previas al Juicio Contencioso Administrativo Federal, sobre todos aquellos conocimientos que se deben tener antes de instaurar un juicio contencioso administrativo federal.
Explicó que no se puede hablar de instaurar una demanda si se desconoce que los actos de autoridad deben de estar fundados y motivados, y se preguntó: “¿qué es fundar, qué es motivar, qué es el hecho punible y qué el hecho generador?”.
Romo García expresó que la importancia del conocimiento de todos esos conceptos aislados, permiten hacer un planteamiento correcto ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.
El magistrado reconoció que actualmente en el país hay una resistencia al acceso a la materia fiscal y por eso se conceptúa ésta como árida, dinámica cambiante.
“Esto hace que los contribuyentes opten por contratar a un contador, y en las empresas sucede con mayor frecuencia, para no fallar y cumplir de manera correcta las disposiciones fiscales”, expresó.
También aseguró que “aplicar este cambio está en los alumnos, en las juventudes”.
—No es exacto que la materia fiscal sea de difícil acceso, todos la podemos manejar y todos podemos hacer planteamientos exitosos ante los tribunales —sostuvo.
Luego indicó que hasta ahora lo que la práctica deja ver es que los egresados de las universidades, particularmente de la Facultad de Derecho, tienden a dedicarse a otras materias como Derecho Penal, Familiar o Civil y difícilmente se inclinan por el Derecho Fiscal, por su dinamismo, su cambio, porque hay que estar constantemente leyendo el Diario Oficial para ver qué norma oficial se publicó, qué reglas misceláneas se crearon, “las famosas normas de comercio exterior”.
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| Romo García, magistrado de la Sala Regional Peninsular del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa |
Las normas fiscales aún son “supercomplejas”
“En lugar de simplificación hay una supercomplicación de las normas fiscales y de su aplicación”, reconoció Jaime Romo García, magistrado de la Sala Regional Peninsular del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, en el marco de una conferencia en la Universidad del Valle de México.
Ex alumno y maestro de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Romo García explicó que aún no se ha logrado el objetivo de hacer estas normas sencillas y accesibles, para que los contribuyentes cumplan siempre y a tiempo sus disposiciones.
Dijo que esta falta de sencillez y accesibilidad en las normas obliga a los contribuyentes a contratar a contadores para cumplir sus declaraciones.
“Para una persona física que no tenga una actividad empresarial es muy sencillo llenar el formato que proporciona la Secretaría de Hacienda y Crédito Público por medio del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y cumplir las disposiciones fiscales”, dijo.
Sin embargo, indicó que para una persona física que realice actividades empresariales, y más aún, para una persona moral que tenga un “universo” de obligaciones fiscales que cumplir, sí se requiere un técnico que desempeñe esas materias, esa encomienda.
El nombre de la conferencia sustentada en la UVM fue “El Estado Federal desde la perspectiva fiscal” y en ella habló sobre las consideraciones previas al Juicio Contencioso Administrativo Federal, sobre todos aquellos conocimientos que se deben tener antes de instaurar un juicio contencioso administrativo federal.
Explicó que no se puede hablar de instaurar una demanda si se desconoce que los actos de autoridad deben de estar fundados y motivados, y se preguntó: “¿qué es fundar, qué es motivar, qué es el hecho punible y qué el hecho generador?”.
Romo García expresó que la importancia del conocimiento de todos esos conceptos aislados, permiten hacer un planteamiento correcto ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.
El magistrado reconoció que actualmente en el país hay una resistencia al acceso a la materia fiscal y por eso se conceptúa ésta como árida, dinámica cambiante.
“Esto hace que los contribuyentes opten por contratar a un contador, y en las empresas sucede con mayor frecuencia, para no fallar y cumplir de manera correcta las disposiciones fiscales”, expresó.
También aseguró que “aplicar este cambio está en los alumnos, en las juventudes”.
—No es exacto que la materia fiscal sea de difícil acceso, todos la podemos manejar y todos podemos hacer planteamientos exitosos ante los tribunales —sostuvo.
Luego indicó que hasta ahora lo que la práctica deja ver es que los egresados de las universidades, particularmente de la Facultad de Derecho, tienden a dedicarse a otras materias como Derecho Penal, Familiar o Civil y difícilmente se inclinan por el Derecho Fiscal, por su dinamismo, su cambio, porque hay que estar constantemente leyendo el Diario Oficial para ver qué norma oficial se publicó, qué reglas misceláneas se crearon, “las famosas normas de comercio exterior”.
