El transporte moderno facilita la propagación de chikungunya

22 noviembre 2015
Noticias de Yucatán


Con el lema “Construyendo el futuro” se lleva al cabo en esta ciudad un encuentro auspiciado por la Academia Mexicana de la Ciencia, con el apoyo también de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Presidencia de la República, el Colegio Nacional y el gobierno del Estado.

Un participante es el doctor Carlos Arias Ortiz, investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM y ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2014. Habló sobre enfermedades propias de los animales que pueden contraer los humanos. Entre los padecimientos que abordó está el chikungunya que, indicó, ya ocasionó unos 10,000 contagiados en el país.

Otro que mencionó es el zika, “primo hermano del dengue”, y que es una amenaza más para el país pues es cuestión de tiempo para que en el territorio nacional se presenten casos autóctonos.

Luego recordó, como informamos en su momento, que en México se detectó un caso de ese mal, pero en una persona que se contagió en el extranjero y es un viajero procedente de Colombia.

También señaló que la facilidad de comunicación que ofrecen hoy día los modernos sistemas de transporte hace que resulte fácil la propagación mundial de las enfermedades. En un año el Síndrome Respiratorio Agudo Grave (Sars) se propagó a 29 países.

—La movilidad de las personas propicia la expansión de los padecimientos —subrayó el investigador, quien también se refirió a la enfermedad del ébola y al síndrome respiratorio del Medio Oriente.

—Los eventos zoonóticos no se pueden predecir y es seguro que ocurran —manifestó—. Pero podemos prepararnos para su llegada, hay que hacer vigilancia epidemiológica y otras acciones más para controlarlos.

Buen compañero

Otra exposición estuvo a cargo de la doctora Herminia Pasantes Morales, bióloga especializada en Fisiología y quien destaca por sus investigaciones de los mecanismos moleculares del edema cerebral. Ella también ganó el Premio Nacional de Ciencias y Artes.

Aprovechó ese espacio para enviar un mensaje a las jóvenes profesionales que inician sus carreras en la ciencia y tienen dificultad para combinar el exigente trabajo de investigadoras con las tareas de madre y atención del hogar. Relató su experiencia personal y los obstáculos a los que ella se enfrentó en su carrera, y concluyó que sí es posible combinar la vida en familia con el trabajo científico.

Para ello, advirtió, las profesionales deben elegir como compañero a una persona que las comprenda, las apoye y las auxilie, pues sólo así podrán ellas realizar el trabajo científico.

Otra exposición fue sobre los descubrimientos para controlar el dolor. Se ha constatado que hay una especie de “memoria” del dolor en el organismo humano, y este conocimiento ya se está aplicando en las cirugías.

Se observa que si antes de la intervención se aplica una pequeña dosis de analgésico, el paciente tiene menos molestias dolorosas postoperatorias.— Megamedia


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