Un viaje de introspección hacia su propia historia, su origen y todo aquello que forma parte de su más profundo sentir como respuesta a su exilio en tierra maya, es la temática de la exposición de Alexandra Álvarez Icaza, denominada “Recuperando mis raíces”, que se inauguró en el Country Club, al norte de la capital yucateca.
Los representantes de la Fundación Country Club fueron los encargados de abrir la muestra que permanecerá expuesta en la recepción del complejo residencial.
La colección consta de 20 cuadros de gran formato realizados en técnica mixta, en la que Alexandra mezcla el acrílico y el óleo para crear texturas que fortalecen la explosión del color de cada pintura; las obras fueron realizadas durante los últimos 7 meses, tiempo que la artista tiene de residir en Mérida.
“No sentía raíces tan profundas, pero en este tiempo en el que he pintado ha sido como irme recuperando a mí misma”, señala Álvarez Icaza.
Algunos de sus títulos son: “Buscando señales”, “La danza infinita”, “Entre mis texturas”, y “ Recuperando mis raíces”, que da título a la muestra, la cual muestra una gama de color muy definida para cada tema.
“No busco un estilo en especial simplemente me expreso por medio de los colores, los cuales me encantan”, puntualiza.
Alexandra Álvarez Icaza nació en la Ciudad de México y tuvo su primer contacto con el arte plástico a través de un taller mientras estudiaba Diseño de Interiores; tiempo después incursionó en el mundo del arte, en el cual encontraría un medio de expresión que trasmite más que las palabras.
Abstracto-impresionista sería quizás la manera de definir el estilo que en 17 años de trabajo ha desarrollado la pintora, ya que tiene gran influencia de la obra de su admirado maestro Mark Rothko, lo que se refleja en el modo de usar el color, así como el gusto por la textura y los relieves, además de la influencia en su obra de pintores como Carlos Génova.
La también decoradora es capaz de trasformar un lienzo sin vida en una explosión de color, de energía, fuerza y alegría, dándole una característica muy especial a su producción.
Los representantes de la Fundación Country Club fueron los encargados de abrir la muestra que permanecerá expuesta en la recepción del complejo residencial.
La colección consta de 20 cuadros de gran formato realizados en técnica mixta, en la que Alexandra mezcla el acrílico y el óleo para crear texturas que fortalecen la explosión del color de cada pintura; las obras fueron realizadas durante los últimos 7 meses, tiempo que la artista tiene de residir en Mérida.
“No sentía raíces tan profundas, pero en este tiempo en el que he pintado ha sido como irme recuperando a mí misma”, señala Álvarez Icaza.
Algunos de sus títulos son: “Buscando señales”, “La danza infinita”, “Entre mis texturas”, y “ Recuperando mis raíces”, que da título a la muestra, la cual muestra una gama de color muy definida para cada tema.
“No busco un estilo en especial simplemente me expreso por medio de los colores, los cuales me encantan”, puntualiza.
Alexandra Álvarez Icaza nació en la Ciudad de México y tuvo su primer contacto con el arte plástico a través de un taller mientras estudiaba Diseño de Interiores; tiempo después incursionó en el mundo del arte, en el cual encontraría un medio de expresión que trasmite más que las palabras.
Abstracto-impresionista sería quizás la manera de definir el estilo que en 17 años de trabajo ha desarrollado la pintora, ya que tiene gran influencia de la obra de su admirado maestro Mark Rothko, lo que se refleja en el modo de usar el color, así como el gusto por la textura y los relieves, además de la influencia en su obra de pintores como Carlos Génova.
La también decoradora es capaz de trasformar un lienzo sin vida en una explosión de color, de energía, fuerza y alegría, dándole una característica muy especial a su producción.