Experimento de baños unisex en la Facultad de Antropología afecta a alumnas

09 marzo 2016
Un experimento propuesto por estudiantes de la Facultad de Antropología para los baños de este plantel sean “unisex”, es decir, que no haya baños de hombres y de mujeres, sino que los que existan sirvan para ambos, generó reacciones en contra, sobre todo de mujeres.
Como consecuencia de esa medida que al parecer cuenta con la anuencia de la Dirección de la Facultad, las estudiantes indican que ya son muchas que se sienten incómodas e inseguras al momento de entrar al baño.
-No podemos hacer nada porque tememos que haya represalias en nuestra contra –indica una de las afectadas en atento correo que nos hizo llegar vía electrónica.
Del otro lado, los autores del experimento aducen que los humanos “tenemos ciertas necesidades corporales que satisfacemos por medio del uso recurrente del baño. ¿En qué difieren las necesidades de los hombres con respecto a las de las mujeres? La verdad es que usamos el baño para las mismas actividades a saber: mear, cagar, sonarnos la nariz, echarnos uno que otro pedo, lavarnos las manos y para poder observar, con ayuda del espejo, si no tenemos un frijol entre los dientes”.
A continuación transcribimos el texto completo de las afectadas:
Buenos días acudo a ustedes porque ya no sé que hacer. Estudio en la Facultad de Antropología y un pequeño grupo de estudiantes tuvo la idea de convertir los baños principales de la escuela en unos "baños unisex" con total apoyo de la escuela sin importar las consecuencias de salud y seguridad tanto por hombres como por mujeres.
Somos muchas que nos sentimos incomodas e inseguras al momento de entrar al baño y no podemos hacer nada por temor a represalias, ya que como dice el grupo ese "tienen apoyo total de la Dirección aquí les dejo las fotos a ustedes y si gustan pueden comprobarlo en persona en la facultad de antropología de la UADY.
Este es el texto de los estudiantes al hacer su propuesta de baños unisex, mismo que transcribimos de manera completa:
Baños compartidos por todos los sexos y todos los géneros, una propuesta para la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán  
Los humanos tenemos ciertas necesidades corporales que satisfacemos por medio del uso recurrente del baño. ¿En qué difieren las necesidades de los hombres con respecto a las de las mujeres? La verdad es que usamos el baño para las mismas actividades a saber: mear, cagar, sonarnos la nariz, echarnos uno que otro pedo, lavarnos las manos y para poder observar, con ayuda del espejo, si no tenemos un frijol entre los dientes. Quizá la única actividad que no compartiríamos, con respecto al uso del baño, es la necesidad de cambiarnos las toallas sanitarias durante el período de sangrado menstrual, sin embargo, no se necesita nada más que un espacio cerrado, un inodoro y un bote de basura. Dichos elementos son característicos de cualquier baño sin importar el sexo para el cual haya sido pensado. Entonces ¿cuál es la necesidad de tener baños separados para cada sexo?
Algunos hombres y mujeres alegan que compartir el baño les hace sentir incómodos. Suponemos que esa sensación se ha generado en la vida pública, ya que la mayoría de los baños de casas privadas son compartidos. Otros alegan que compartir en el baño podría generar situaciones de acoso sexual. Creemos, sin embargo, que ningún espacio de nuestra sociedad debe ser pretexto para el acoso sexual. Es común que tal problema se solucione con políticas de exclusión; mujeres por un lado y hombres por el otro ya que no logran respetarse y convivir los unos con los otros. ¿Por qué no intentar la opuesto? Aprender a convivir y a respetarnos. Los baños no divididos por sexo y género también son n espacio para generar igualdad, respeto e inclusión para las personas intersexuadas, transgénero y transexuales que alguna vez hayan sufrido violencia al hacer uso de este espacio.
La facultad de ciencias antropológicas de la Uady es un lugar propicio para generar este tipo de propuestas ya que entre nosotros prevalece la voluntad de generar relaciones sociales de respeto e igualdad ¿por qué no hacer el experimento? Hagamos del día de la mujer un espacio para repensar las maneras en que hemos aprendido a comportarnos, sentirnos y actual como mujeres y hombres.
Para llevar al cabo este experimento hemos decidido re-etiquetar los baños. No usaremos distintivos que hagan referencia a categorías de sexo o género. Por ejemplo, un ser humano con falda y otro con pantalones. Nosotros nos hemos apropiado de los pantalones y esperamos que los hombres también puedan hacerlo con las faldas. Usaremos un simple bacín. Con el propósito de indicar que aquí se ofrece un servicio que cualquier ser humano puede usar independientemente de su identidad de género o condición sexual.
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