Con amplia sonrisa y con el ánimo en alto, el señor José Edmundo Cetina Osorio, vecino del Fracc. Polígono 108, llegó esta mañana muy temprano al Miércoles Ciudadano, que encabezó el alcalde Mauricio Vila Dosal en los bajos del Palacio Municipal.
—Fui el “primerito” en llegar y no vine a pedir nada, sino sólo a agradecer al presidente municipal que la semana pasada me entregaron una silla de ruedas —expresó—. Creo que lo adecuado es agradecer cuando recibes algo, la vida no se trata sólo de quejarse y pedir, sino principalmente de ser agradecido.
-No había tenido ocasión de saludar al nuevo Alcalde Mauricio Vila y me llevé la sorpresa muy grata de que es sencillo, amable, accesible y muy risueño —comentó.
Don José Edmundo dijo: “¡Hoy fue como celebrar otra vez mi cumpleaños!
Platicando con el alcalde le contó que perdió sus anteojos y en el mismo momento Mauricio Vila instruyó a la directora del DIF, Loreto Villanueva Trujillo, para que le entreguen un nuevo par.
Además, por problemas en la institución bancaria en la que cobra una beca municipal no había podido retirar el dinero desde hace dos meses. “Puras trabas me ponen, pero ahora personal del Ayuntamiento me acompañará a reactivarla”.
—¡No le digo que es como mi cumpleaños! Sólo vine a agradecer y me voy con lentes nuevos y ahora hasta me van a ayudar a cruzar a la feria de la salud para que me chequen todos mis niveles, ya que soy diabético desde hace 28 años —expresó.
Comentó que recién cumplió 75 años de edad y a pesar de cualquier problema de salud no le gusta quedarse acostado porque “eso es la muerte”.
Dijo que ahora con su silla de ruedas y sus lentes nuevos podrá desplazarse con más facilidad al parque y comentó que en el DIF “me vacilaron, pues me dijeron que ya podré ver mejor a las chamacas”.
El señor Cetina Osorio es uno los 474 ciudadanos que acudieron hoy a este programa que regularmente encabeza el alcalde Mauricio Vila Dosal cada 15 días en los bajos del Palacio Municipal.
Entre los meridanos que acudieron a solicitar apoyo figuró la familia formada por César Ernesto Fajardo y María José González Puga, quienes viven en Tixcacal Opichén. El padre sufrió un accidente que paulatinamente lo está llevando a perder la vista. Dijo que aún se dedica vende pan por las calles en un triciclo que ahora maneja su hijo de 13 años, quien tuvo que dejar la escuela porque ya no pueden costearla.
La señora González Puga dice que se retiraban muy satisfechos porque por medio del DIF sería operado para detener el deterioro de la vista, y porque el trato que recibieron “fue de primera”.
Eulalia Cocom Alonso, vecina de El Roble Agrícola, acudió a solicitar el apoyo de Desarrollo Social para contar con más personas que se encarguen de la limpieza y ayuden en la cocina del comedor comunitario de la colonia Crescencio Rejón.
Afirma que se retira contenta porque se va con el compromiso de la directora de Desarrollo Social, Cecilia Patrón Laviada, de que habrá seguimiento a su petición para mejorar las condiciones en beneficio de las personas que acuden al comedor.
Como en cada Miércoles Ciudadano, de manera simultánea se realizó en la Plaza Grande la Feria de la Salud, donde 76 ciudadanos recibieron servicios dentales y de medicina general, detección de glucosa y triglicéridos, medición de la presión arterial y densitometría. Asimismo, la dirección de Desarrollo Social llevó servicios de estética, que incluyeron cortes de cabello para damas, caballeros y niños, manicure, rizado de pestañas, planchado de cejas y pinta caritas para los pequeños.
Otros 183 ciudadanos acudieron a la Feria de la Salud y 76 ciudadanos más optaron por los servicios de Ko’oten ki’ ichpam (Spa mamá) como corte de cabello, manicure y pedicure. La jornada incluyó la participación de cuatro empresas que ofertaron vacantes como parte de la mesa de Bolsa de Trabajo Municipal.
—Fui el “primerito” en llegar y no vine a pedir nada, sino sólo a agradecer al presidente municipal que la semana pasada me entregaron una silla de ruedas —expresó—. Creo que lo adecuado es agradecer cuando recibes algo, la vida no se trata sólo de quejarse y pedir, sino principalmente de ser agradecido.
-No había tenido ocasión de saludar al nuevo Alcalde Mauricio Vila y me llevé la sorpresa muy grata de que es sencillo, amable, accesible y muy risueño —comentó.
Don José Edmundo dijo: “¡Hoy fue como celebrar otra vez mi cumpleaños!
Platicando con el alcalde le contó que perdió sus anteojos y en el mismo momento Mauricio Vila instruyó a la directora del DIF, Loreto Villanueva Trujillo, para que le entreguen un nuevo par.
Además, por problemas en la institución bancaria en la que cobra una beca municipal no había podido retirar el dinero desde hace dos meses. “Puras trabas me ponen, pero ahora personal del Ayuntamiento me acompañará a reactivarla”.
—¡No le digo que es como mi cumpleaños! Sólo vine a agradecer y me voy con lentes nuevos y ahora hasta me van a ayudar a cruzar a la feria de la salud para que me chequen todos mis niveles, ya que soy diabético desde hace 28 años —expresó.
Comentó que recién cumplió 75 años de edad y a pesar de cualquier problema de salud no le gusta quedarse acostado porque “eso es la muerte”.
Dijo que ahora con su silla de ruedas y sus lentes nuevos podrá desplazarse con más facilidad al parque y comentó que en el DIF “me vacilaron, pues me dijeron que ya podré ver mejor a las chamacas”.
El señor Cetina Osorio es uno los 474 ciudadanos que acudieron hoy a este programa que regularmente encabeza el alcalde Mauricio Vila Dosal cada 15 días en los bajos del Palacio Municipal.
Entre los meridanos que acudieron a solicitar apoyo figuró la familia formada por César Ernesto Fajardo y María José González Puga, quienes viven en Tixcacal Opichén. El padre sufrió un accidente que paulatinamente lo está llevando a perder la vista. Dijo que aún se dedica vende pan por las calles en un triciclo que ahora maneja su hijo de 13 años, quien tuvo que dejar la escuela porque ya no pueden costearla.
La señora González Puga dice que se retiraban muy satisfechos porque por medio del DIF sería operado para detener el deterioro de la vista, y porque el trato que recibieron “fue de primera”.
Eulalia Cocom Alonso, vecina de El Roble Agrícola, acudió a solicitar el apoyo de Desarrollo Social para contar con más personas que se encarguen de la limpieza y ayuden en la cocina del comedor comunitario de la colonia Crescencio Rejón.
Afirma que se retira contenta porque se va con el compromiso de la directora de Desarrollo Social, Cecilia Patrón Laviada, de que habrá seguimiento a su petición para mejorar las condiciones en beneficio de las personas que acuden al comedor.
Como en cada Miércoles Ciudadano, de manera simultánea se realizó en la Plaza Grande la Feria de la Salud, donde 76 ciudadanos recibieron servicios dentales y de medicina general, detección de glucosa y triglicéridos, medición de la presión arterial y densitometría. Asimismo, la dirección de Desarrollo Social llevó servicios de estética, que incluyeron cortes de cabello para damas, caballeros y niños, manicure, rizado de pestañas, planchado de cejas y pinta caritas para los pequeños.
Otros 183 ciudadanos acudieron a la Feria de la Salud y 76 ciudadanos más optaron por los servicios de Ko’oten ki’ ichpam (Spa mamá) como corte de cabello, manicure y pedicure. La jornada incluyó la participación de cuatro empresas que ofertaron vacantes como parte de la mesa de Bolsa de Trabajo Municipal.