Y es que, anteriormente, las mujeres policías eran famosas incluso a nivel nacional, luego de que el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, se tomara una fotografía con el grupo.
El grupo femenil estaba conformado por mujeres guapas, vestidas con pantalones ajustados, botas de tacón de aguja, lentes oscuros, y mascadas en el cuello Con la llegada del nuevo secretario de Seguridad Pública en el estado, Eduardo Bahena Pineda, ese grupo desapareció y ahora está conformado por siete mujeres que portan el uniforme de un elemento de manera normal, sus funciones también se modificaron para que fueran más operativas.
“Nuestras funciones son más que nada proximidad social, es interactuar con la familia y aclarar sus dudas de la gente”, dijo Valeria García Valdivia, elemento de la Policía Estatal.
Del anterior grupo femenil sólo queda Alma Rosa, quien asegura sentirse más cómoda y orgullosa de portar un uniforme de acuerdo con sus funciones.
“La gente sí se acercaba con nosotras, pero sí le daba un poco por decir, pues ellas no son policías de verdad. Ahora que ya estoy en operativo y ya traigo lo que es zapato de un policía, me siento mucho más orgullosa; antes me sentía orgullosa, pero ahora me siento más orgullosa en esta corporación.”
Para los habitantes de Aguascalientes, como Viridiana Rincón, es mucho mejor ver a las mujeres policías vestidas con un uniforme normal a verlas como edecanes.
“Creo que hay papales en el mundo que requieren seriedad. Yo estudié Derecho y no me imagino en un tribunal de mallas y no; o sea, creo que como te ven, te tratan.”
La Secretaría de Seguridad Pública buscó dignificar el trabajo que hacía este grupo de mujeres y que no recibían el mismo respeto por el uniforme.
“Para nosotros es más accesible estar más cómodas porque las anteriores tenían sus tacones, sus mallas, era más incómodo; yo veía que era más incómodo para ellas”, sentenció Laura Elena Delgado Mireles, suboficial de la Policía Estatal.
Las mujeres son fundamentales en el trabajo de proximidad de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, ya que para los dueños de bares y los jóvenes, son de mayor confianza.
“Tenemos muy buena respuesta de ellas; o sea, normalmente cubren tanto hombres como mujeres, pero me ha sorprendido ver tanta mujer últimamente, pero sí, la verdad muy atentas de los disturbios y los problemitas que veces se tienen”, dijo Víctor Hernández Esqueda, gerente de un bar.
Antros, bancos y colonias conflictivas son vigiladas por este grupo de mujeres, que buscan la igualdad entre sus compañeros, ya que desempeñan las mismas funciones.
