Como dice la canción: “Girls just wan’t to have fun” (Las chicas sólo quieren divertirse), y las chicas que están en forma saben cómo hacerlo mejor.
Hacer ejercicio constante mantiene a tu cuerpo y mente preparados para todo. No hay reto al que no puedas hacerle frente. Ya sea en una prueba física o en una salida con amigas al centro comercial, tu confianza en ti misma es más grande que antes y nada impedirá que te diviertas tanto como puedas.
No tienes miedo de probar cosas nuevas – Tu cuerpo está acostumbrado a los constantes cambios cuando haces ejercicio y eso te ha fortalecido. Es por eso que cada vez buscas experiencias más extremas cuando se trata de deporte y no temes probar una nueva rutina que suba al máximo tus pulsaciones. Salir de tu zona de confort no es problema para ti.
Estás llena de energía – Al ejercitarte continuamente, tu cuerpo recibe dosis de energía y hormonas de la felicidad. Eres de esas personas que siempre está de buenas y que no para en todo el día. Quedarte en casa sin hacer nada no es opción para ti, lo que te permite aprovechar cada minuto de tu vida al máximo.
Te entregas a la comida – ¿Hay algo mejor que comer? Sí: hacerlo sin remordimientos. Entrenar duro y quemar calorías te permiten de vez en cuando darte un gustito y disfrutar del enorme placer de comer. Y, como buena deportista, sabes que después tendrás que ejercitarte un poco más duro, pero no tienes problema con eso.
La enfermedad no te detiene – Ejercitarte es una buena manera de mejorar no solo cómo luces sino también cómo te sientes. Tu temperatura se eleva y elimina las bacterias, tus pulmones se limpian, tu sangre circula mejor y reduces el estrés. Todos esos beneficios hacen que te enfermes mucho menos.
El hecho de entrenar ya es divertido – Esa hora de tu día que dedicas al entrenamiento es un momento en el que te olvidas de todo y sólo piensas en divertirte y dar lo mejor de ti. Te rodeas de amigos, estás en movimiento y es algo que disfrutas.
Hacer ejercicio constante mantiene a tu cuerpo y mente preparados para todo. No hay reto al que no puedas hacerle frente. Ya sea en una prueba física o en una salida con amigas al centro comercial, tu confianza en ti misma es más grande que antes y nada impedirá que te diviertas tanto como puedas.
- Los peligros de usar descargas eléctricas durante el ejercicio
No tienes miedo de probar cosas nuevas – Tu cuerpo está acostumbrado a los constantes cambios cuando haces ejercicio y eso te ha fortalecido. Es por eso que cada vez buscas experiencias más extremas cuando se trata de deporte y no temes probar una nueva rutina que suba al máximo tus pulsaciones. Salir de tu zona de confort no es problema para ti.
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Estás llena de energía – Al ejercitarte continuamente, tu cuerpo recibe dosis de energía y hormonas de la felicidad. Eres de esas personas que siempre está de buenas y que no para en todo el día. Quedarte en casa sin hacer nada no es opción para ti, lo que te permite aprovechar cada minuto de tu vida al máximo.
Te entregas a la comida – ¿Hay algo mejor que comer? Sí: hacerlo sin remordimientos. Entrenar duro y quemar calorías te permiten de vez en cuando darte un gustito y disfrutar del enorme placer de comer. Y, como buena deportista, sabes que después tendrás que ejercitarte un poco más duro, pero no tienes problema con eso.
- El mejor monitor de actividad física para ti
La enfermedad no te detiene – Ejercitarte es una buena manera de mejorar no solo cómo luces sino también cómo te sientes. Tu temperatura se eleva y elimina las bacterias, tus pulmones se limpian, tu sangre circula mejor y reduces el estrés. Todos esos beneficios hacen que te enfermes mucho menos.
El hecho de entrenar ya es divertido – Esa hora de tu día que dedicas al entrenamiento es un momento en el que te olvidas de todo y sólo piensas en divertirte y dar lo mejor de ti. Te rodeas de amigos, estás en movimiento y es algo que disfrutas.