Intensa movilización generó un asalto a mano armada contra un comercio ubicado en céntrica zona de Mérida, donde cuatro delincuentes amagaron y sometieron a dos adolescentes que estaban al frente del negocio, se informa en Formal Prisión.
Los jovencitos no fueron golpeados gracias a que uno de ellos inventó que padecía del corazón, lo que llevó a los asaltantes a ser “considerados” y únicamente los inmovilizaron de pies y manos, pero sin enseñarse con ellos.
El atraco ocurrió en un predio de la calle 77 entre 42 y 44 del centro de la ciudad.
Los asaltantes irrumpieron con armas de fuego y tras someter a los menores saquearon el comercio y la casa habitación donde funciona el local denominado “Casa Barbosa”, propiedad de Fernando Manzanero Barbosa.
Los menores, de 12 y 14 años, estaban solos en la tienda porque su madre salió a comprar un medicamento.
Los ladrones bajaron el interruptor de energía eléctrica y cerraron la puerta del comercio, a fin de que pudieran saquear a sus anchas la casa y el local. Sustrajeron alhajas y una fuerte cantidad de dinero.
El atraco duró unos 10 minutos y apenas logró soltarse, uno de los adolescentes salió a la calle a pedir ayudar.
Al lugar acudieron agentes de la SSP que peinaron la zona en busca de los asaltantes, pero sin resultados hasta el último reporte.
Más tarde llegaron agentes de la Unidad Especializada en la Escena del Crimen y de la Policía Ministerial Investigadora, así como expertos de Servicios Periciales.
Los jovencitos no fueron golpeados gracias a que uno de ellos inventó que padecía del corazón, lo que llevó a los asaltantes a ser “considerados” y únicamente los inmovilizaron de pies y manos, pero sin enseñarse con ellos.
El atraco ocurrió en un predio de la calle 77 entre 42 y 44 del centro de la ciudad.
Los asaltantes irrumpieron con armas de fuego y tras someter a los menores saquearon el comercio y la casa habitación donde funciona el local denominado “Casa Barbosa”, propiedad de Fernando Manzanero Barbosa.
Los menores, de 12 y 14 años, estaban solos en la tienda porque su madre salió a comprar un medicamento.
Los ladrones bajaron el interruptor de energía eléctrica y cerraron la puerta del comercio, a fin de que pudieran saquear a sus anchas la casa y el local. Sustrajeron alhajas y una fuerte cantidad de dinero.
El atraco duró unos 10 minutos y apenas logró soltarse, uno de los adolescentes salió a la calle a pedir ayudar.
Al lugar acudieron agentes de la SSP que peinaron la zona en busca de los asaltantes, pero sin resultados hasta el último reporte.
Más tarde llegaron agentes de la Unidad Especializada en la Escena del Crimen y de la Policía Ministerial Investigadora, así como expertos de Servicios Periciales.