Denuncias de malos tratos del personal médico que no atienden de manera adecuada a los pacientes, sobretodo de en el área de urgencias, reportan ciudadanos de unidades de Progreso y Mérida, donde el Hospital Regional ‘Benito Juárez’ es el líder de evidencias.
En Unidad Médica Familiar 2 del puerto de Progreso, la directora Sandra Luz Menes Couttolenc impide que las quejas de los derechohabientes lleguen a un nivel mayor que al suyo, toda vez que del buzón no pasan.
Las principales manifestaciones de los más de 360 usuarios en promedio que necesitan del área de urgencias es porque la médico suplente de nombre Karla hace esperar demás a los pacientes, mientras ella está atendiendo su teléfono celular o haciendo cosas diversas en horas de trabajo.
‘Esa doctora, si es que se le pude llamar así, tiene tres años trabajando en la unidad de Progreso, pero la directora le tiene muchas consideraciones tomando en cuenta que hay esperas largas de los pacientes aunque llevan padecimientos graves’, informó un usuario.
Otra de las cosas graves es que la directora Sandra Luz Menes Couttolenc le dio tareas administrativas a ‘Karla’ sin tener un nombramiento oficial, tales como firmar altas y viáticos, lo cual significa dinero. Tal elemento ha perjudicado el trabajo que desempeñan el resto de los 10 médicos de la unidad, donde se atienden a 738 pacientes que se llevan una mala imagen por actuaciones como la de la directora que solapa a una doctora que no hace su trabajo con responsabilidad y ética.
"Si quieres llévatelo"
El 12 de julio pasado, a las 11 horas, un señor fue ingresado al hospital Juárez del IMSS, en Mérida. Vómitos y una infección estomacal era el diagnóstico. ‘Nos informaron que se quedaría en el área de urgencias en la cual no podíamos permanecer’, refiere la denunciante.
Agregó que había carencia de camillas y después de manera grosera fueron sacados del lugar por un guardia. ‘En fin, salimos y regresamos a las 9:00 pm antes para cualquier eventualidad. Después de varias insistencias me dejaron pasar. Mi papá permanecía sentado después de 12 horas, y no era atendido pese a estar muy mal y ya no tenía suero. Sólo había tomado el agua. Gracias a un amigo que omitiré su nombre por no perjudicarlo, lo encamaron’, afirmó.
El subdirector del hospital, Marco Antonio Mijangos Esquivel, dijo no saber nada del paciente. ‘Le expliqué que mi papá se encontraba peor y que no había mejorado, seguía con vómitos y diarrea y le pedí el diagnóstico y me contestó que no sabía porque no era su médico’.
Y a pesar de tener tal cargo, no hizo nada por investigar quién era el médico encargado, portándose se manera grosera.
‘Le digo mi papá no está siendo atendido y lo veo peor y que si no iba mejorar mejor lo llevaría a otro hospital. ‘Si quieres puedes llevártelo a la chin…’ me respondió. Sin dar crédito a semejante respuesta, me dice: vente te voy a dar su alta, vente a la oficina. Entrando en la misma me dice ‘a mí no me vas a venir a amenazar con llevarte a un paciente’