Esta tarde recibimos una denuncia de la señora María del Socorro Buenavista quien nos manifiesta una queja sobre el servicio recibido este mediodía en el área de Urgencias de la clínica La Ceiba del IMSS de esta ciudad.
El relató es el siguiente:
-Alrededor de las 12:30 horas llevé a mi hija de once años de edad pues momentos antes había tenido vómitos y se quejaba de un fuerte dolor de cabeza, además de que presentaba sudores muy fríos.
-La enfermera de la ventanilla me indicó que esperara un momento puesto que la doctora encargada del consultorio se hallaba ocupada firmando unos riesgos de trabajo, a lo que dije que por favor se apuraran pues mi hija se encontraba muy mal y me preocupaba que tuviera vómitos de nuevo.
-Me senté junto a mi niña abrazándola y consolándola para que se sintiera un poco mejor mientras esperábamos nuestro turno de ser atendidas. Frente a nosotros se hallaba un joven fornido de aproximadamente 25 años de edad quien tenía unos papeles en la mano.
-En un momento más salió la asistente de la doctora encargada de Urgencias y lo llamó para que entrara para recibir atención y le firmara su documento de incapacidad. Unos minutos después salió el paciente, a quien en verdad no se le veía nada de gravedad pues sólo se le aplicaron unos pequeños vendajes en los dedos de la mano izquierda.
-Me acerqué de nuevo para ver si ya nos había llegado el turno y me respondieron que esperáramos unos minutos más. Al poco rato, no es por mal pensar pero salió del consultorio una muchacha que cargaba unos catálogos de zapatos que seguramente acudió a levantar alguna orden a las doctoras y enfermeras de ese departamento.
-Minutos después, una joven también de aproximadamente 25 años de edad, se aproximó a la ventanilla indicando que requería una atención por un accidente de trabajo. Pero la verdad, al igual que el anterior paciente, no se veía nada grave. Ingresó al consultorio de Urgencias y en pocos minutos salió con sus documentos firmados y algunas medicinas a la mano.
-Me acerco de nuevo a la ventanilla para indicar que mi hija se sentía muy mal y que por favor nos atendieran ya que seguía sudando muy frío y se quejaba de dolores de estómago y cabeza. Me dijeron que siguiera esperando pero en realidad, el movimiento de pacientes estaba muy bajo y prácticamente lució vacío la gran parte del tiempo que estuve ahí.
-Finalmente cerca de las 14 horas o sea hora y media después de que arribé a Urgencias, nos indicaron que entráramos para la consulta. El diagnóstico que me dieron sobre lo que mi hija tenía era Infección Intestinal y que el dolor de cabeza que tenía era quizás por la deshidratación que causan los vómitos pero que con los sueros o bebidas energéticas comerciales se le podría revertir. Además le aplicaron una inyección y nos proporcionaron unas medicinas con antibióticos para el estómago.
-Yo me pregunto, porqué ciertos médicos que están situados en área de atención importantes, como lo es Urgencias, no demuestran un poco más de sensibilidad hacia los pacientes. ¿Cómo es posible que no sepan priorizar cuales son los pacientes que requieren atención inmediata a pesar de que hayan llegado otros antes que ellos?
-Y la gente que acude por Trámites más que por atención médica….no podrían ceder su lugar a los pacientes de emergencia. Creo que falta mucha más cultura de atención y sensibilización hacia los pacientes en clínicas públicas.
-Creo que por eso la medicina cada vez es más vista como un negocio que como una vocación, pues saben los doctores de clínicas particulares que en las instituciones públicas y sobre todo el IMSS, la atención cada está más deficiente. Ojalá los directivos entiendan las necesidades de un paciente que requiere atención de inmediato.