Los choferes de Uber que rentan vehículos encontraron una manera de hacer "trampa" a los socios que alquilan sus carros y también a la aplicación móvil, porque ya se han
descubierto casos de conductores que ofrecen el servicio a personas sin que la plataforma digital registre la solicitud.
De acuerdo con varias quejosos, los choferes de Uber proporcionan su número telefónico a sus clientes para que soliciten el servicio a través de una llamada telefónica, como si fuera un taxi.
El conductor recoge al pasajero, lo lleva a su destino y le cobra una cifra que evidentemente es más barata que un taxi normal; sin embargo, la aplicación no gana su comisión del 25 %.
Pero eso no es todo, el dueño del coche que está gastando en gasolina no obtiene ninguna ganancia por esos viajes no registrados; es decir, el chofer obtiene un ingreso al 100% sin invertir en nada, mientras que el propietario del automotor no gana nada pero sí gasta en combustible.
Esa es la queja de varios socios que alquilan sus automóviles a personas que no conocen para que los manejen; el trato es repartirse las ganancias a partes iguales, siendo que el conductor da su tiempo (de 10 a 12 horas al día), mientras que el propietario pone la gasolina, el seguro y el mantenimiento del coche.
descubierto casos de conductores que ofrecen el servicio a personas sin que la plataforma digital registre la solicitud.
De acuerdo con varias quejosos, los choferes de Uber proporcionan su número telefónico a sus clientes para que soliciten el servicio a través de una llamada telefónica, como si fuera un taxi.
El conductor recoge al pasajero, lo lleva a su destino y le cobra una cifra que evidentemente es más barata que un taxi normal; sin embargo, la aplicación no gana su comisión del 25 %.
Pero eso no es todo, el dueño del coche que está gastando en gasolina no obtiene ninguna ganancia por esos viajes no registrados; es decir, el chofer obtiene un ingreso al 100% sin invertir en nada, mientras que el propietario del automotor no gana nada pero sí gasta en combustible.
Esa es la queja de varios socios que alquilan sus automóviles a personas que no conocen para que los manejen; el trato es repartirse las ganancias a partes iguales, siendo que el conductor da su tiempo (de 10 a 12 horas al día), mientras que el propietario pone la gasolina, el seguro y el mantenimiento del coche.