Tekax se convierte, de la noche a la mañana, en zona de "pesca"

21 noviembre 2017
Noticias de Yucatán 

En un hecho insólito, jóvenes de Tekax se convirtieron de la noche a la mañana en pescadores en una región en la que no hay ríos, mares o lagunas.

Y es que una inesperadamente varios terrenos agrícolas o ganaderos se inundaron y en ellos aparecieron repentinamente peces, tortugas, caracoles, cangrejos y hasta patos pocas veces visto en la zona.

La gente vio con incredulidad como decenas de peces se movían en los mismos lugares hasta donde hace unos había hortalizas o pastaban las vacas.

Mojarras de hasta medio kilo aparecieron después de varios días de intensas lluvias, lo que a mí Chis hizo pensar que los peces llegaron del cielo, producto de una “lluvia bíblica”,

Y en parte tiene razón, pues los peces si llegaron por las lluvias, aunque no del cielo, sino arrastrados por las corrientes que inundaron potreros y terrenos de la región.

El agua de los ríos de Campeche se fue al monte y a través de corrientes naturales llegaron hasta los potreros llevando consigo peces, tortugas y caracoles, que ahora se mueven en las lagunas artificiales que se han formado en terrenos y ranchos de la zona, algunas de los cuales alcanzan hasta un metro de hondo.
Esto ha sido aprovechado por muchas personas, que acuden a pescar mojarras, caracoles y otros animales acuáticos para su consumo.

Lo que más abunda son los caracoles y los hay en varios terrenos inundados a la vera de la carretera que va de Tekax a Valle del Sur.

Los nuevos pescadores también capturan tortugas, incluso patos que han llegado a las lagunas temporales.

La noticia ha corrido como reguero de pólvora en la zona y hay gente que llega a comprar producto a los pescadores improvisados.

El furor es tal que a la zona inundada no solo llega gente de Tekax, sino de otras comunidades más apartadas, como Ayim, Valle del Sur y San Diego Buenavista, entre otras.

Todos llegan a pescar, pero también van jovencitos a capturar peces pequeños para sus peceras.

Varios de los nuevos pescadores corren con suerte, pues regresan a casa con dos o tres peces, listos para freirlos o comerlos en ceviche, algo impensable en una comunidad que está a cientos de kilómetros del mar más cercano.

Algunos caminos se han convertido en ríos artificiales llenos de peces, que irremediablemente morirán cuando las inundaciones cesen, toda vez que no habrá corrientes para llegar de nuevo a su medio de origen.

Esta situación ha sucedió anteriormente en Tzucacab, específicamente en la comunidad de Xcobiacal, donde niños y adolescentes acudieron “armados” con improvisadas cañas de pescar y con lombrices como carnada, para capturar a las mojarras que nadaban cerca de las vacas de los ranchos.
Información de Formal Prisión
compartir en facebook compartir en twitter compartir en google+

Visitas

Opinión

Elecciones

Nota Destacada