Noticias de Yucatán
(SinEmbargo).– A cinco años de que asumiera el cargo como
Gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello poco ha podido hacer para que el
estado que encabeza se mantenga como el más pobre de toda la República
Mexicana.
El político del Partido Verde Ecologista de México (PVEM)
se ha destacado más por su matrimonio con Anahí Puente, actriz y cantante
de Televisa, por su vida entre integrantes de la farándula y por sus
constantes apariciones en portadas de la prensa rosa, que por su trabajo al
frente del Gobierno chiapaneco.
Datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política
de Desarrollo Social (Coneval) revelan que el 77.1 por ciento de la población
en Chiapas vive en situación de pobreza, 49 por ciento en pobreza moderada y
31.8 por ciento en pobreza extrema.
Los datos también muestran que el 90.9 por ciento de los
chiapanecos viven con al menos una carencia social y el 40.6 por ciento de los
ciudadanos sufren de al menos tres carencias sociales.
El 81.1 por ciento de la población no tiene acceso a la
seguridad social, el 52.3 de los ciudadanos no cuenta con acceso a los
servicios básicos de vivienda. Además de que el 29 por ciento tiene un rezago
educativo.
DESPLAZADOS
Ahora, a la situación de carencia que se vive en la
entidad, se le ha sumado una nueva problemática: el tema de los desplazados.
Alrededor de 5 mil personas viven desplazadas y en
condiciones precarias en las montañas de Chiapas a raíz de una confrontación
entre los municipios de Chalchiuatán y Chenalhó derivada de una reforma agraria
de hace 40 años, la cual, trazó una línea recta para establecer los límites
territoriales de cada municipio, en lugar de respetar el recorrido natural del
río que les separa.
La división conllevó un intercambio forzado de tierras
entre ambos municipios lo que provocó un conflicto entre familias que se ha
agudizado en las últimas semanas con ataques armados.
Como consecuencia, unos 5 mil habitantes se desplazaron a
una zona montañosa conocida como Los Altos de Chiapas, donde se han establecido
distintos campamentos improvisados con chabolas realizadas a partir de palos y
cobijas, y expuestos a las inclemencias del tiempo.
Se estima que en los campamentos hay cientos de niños,
mujeres embarazadas y ancianos quienes en su mayoría padecen algún tipo de
enfermedad. Además, diversas organizaciones han denunciado que los desplazados
no cuentan con comida y viven a la interperie soportando las inclemencias del
clima.
Los campamentos de las montañas están distribuidas según
las distintas comunidades indígenas y se componen de chabolas de pocos metros
cuadrados donde, en algunos casos, llegan a dormir 8 familias con sus 22 niños.
Para combatir el frío de la noche, encienden fogatas en
la intemperie puesto que muchos de los desplazados perdieron todas sus
pertenencias a raíz de los asaltos que sufrieron por parte de habitantes del
municipio rival.
En entrevista para la agencia de noticias Efe, Felipe
Arizmendi, Obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, aseguró que
la situación que se vive en el estado es similar a la que se presentó en 1994
en Acteal, donde 45 indígenas tzotziles fueron masacrados.
“El peligro de que haya más violencia es inminente. El
ambiente es semejante al que había antes de la matanza de Acteal”, avdiritió.
La Diócesis de San Cristóbal de las Casas denunció que en
las comunidades de Chalchihuitán prevalece “un ambiente de terror” generado por
grupos armados ilegales que actúan en la impunidad.
En entrevista para SinEmbargo,
Ciro González, un hombre que ha resultado afectado por el conflicto, relató que
los problemas comenzaron a agravarse a finales del pasado mes de octubre luego
de un enfrentamientos entre pobladores municipios el cual dejó varias víctimas
mortales.
A pesar de los hechos, Ciro relató que el Gobierno
encabezado por Manuel Velasco no tomó cartas en el asunto y permitió que el
conflicto creciera provocando enfrentamientos con armas de fuego y que varias
casas fueran quemadas.
El Gobernador Manuel Velasco Coello, ha repetido en
diversas ocasiones que su gobierno buscará el diálogo para poner fin al
conflicto.
“El Gobierno siempre será un factor de paz y unidad”,
dijo el mandatario. Sin embargo, los resultados han sido nulos.
Ante el creciente problema, el pasado 5 de diciembre René
Juárez Cisneros, Subsecretario de Gobernación, se reunió con funcionarios de
Chiapas y autoridades federales para analizar los conflictos que existen entre
las localidades de Chenaló y Chalchihuitán.
En la reunión las autoridades determionaron brindar el
resplado para generar los mecanismos de distención y seguridad que se requieran
así como atención permanente a los habitantes de ambos municipios.