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Un padre de Sinaloa encontró la forma más eficaz de purificar el alma de muchos fieles que llegaron hasta la parroquia de Guamuchil hace unos días.
En vez de utilizar el calderillo y el hisopo para lanzar agua bendita, decidió tomar una cubeta y jícara para acabar más rápido.
El curioso momento fue captado en video y ahí se puede observar que el padre hizo correr a algunos, mientras que otros aguantaron el chorro de agua con las manos extendidas en el cielo.
