Noticias de Yucatán
Con el cifrado de extremo a extremo, WhatsApp calmó las
preocupaciones de los usuarios sobre la posibilidad de que sus conversaciones
pudieran ser vistas por algún hacker, pero este sistema de protección sólo es
útil cuando se trata de una comunicaciones uno a uno, en el caso de grupos
existen riesgos.
Según una investigación de un equipo de criptógrafos de
la Universidad Ruhr Bochum en Alemania, los defectos en WhatsApp hacen que
infiltrarse en los chats grupales de la aplicación sea mucho más fácil de lo
que debería ser.
De acuerdo con su análisis cualquiera que controle los
servidores de WhatsApp podría insertar fácilmente nuevas personas en un grupo
privado, incluso sin el permiso del administrador. Se trata de un error simple.
Dado que el administrador de un grupo puede invitar a nuevos miembros sin
utilizar ningún mecanismo de autenticación, quien tenga acceso a los servidores
puede agregar a alguien quien automáticamente tendrá acceso no solo a los
futuros mensajes sino a la información de los participantes.
Si bien, al agregar un número a la conversación se envía
un mensaje a todo el grupo, siendo esta la única medida de protección, los
investigadores advierten que los piratas informáticos podrían detener el envío
de este y otros mensajes a su antojo. Y en grupos con administradores
múltiples, el servidor secuestrado podía falsificar diferentes mensajes para
cada administrador, haciendo que pareciera que otro había invitado al hacker,
para que ninguno generara una alarma.
Luego de difundir esta información, el medio WIRED, se acercó
con WhatsApp quien confirmó los hallazgos de los investigadores, pero enfatizó
que nadie puede agregar secretamente un nuevo miembro a un grupo.
Por su parte, los investigadores alemanes señalaron que
alertaron a WhatsApp sobre el problema de la seguridad de los mensajes grupales
en julio pasado, pero la respuesta fue que el error de invitación grupal que
encontraron era simplemente “teórico” y ni siquiera calificaban para el llamado
programa de recompensa de errores administrado por Facebook, propietario
corporativo de WhatsApp, en el cual los investigadores de seguridad reciben
pagos por informar defectos pirateables en el software de la compañía.
Claro que, dado que el primer paso es controlar el
servidor, este tipo de ataques estaría limitado a realizarse por piratas
informáticos sofisticados y empleados de WhatsApp, aunque también por gobiernos
que legalmente obligan a la compañía a darles acceso.
Con información de El Universal.