Noticias de Yucatán
Por Bibiana
Belsasso
Cuando Andrés Manuel dijo que le daría amnistía a los
criminales, algunos pensaron que era sólo una estrategia de campaña. La
realidad es que ya empezó no sólo a darles amnistía, sino fuero como en el caso
de Nestora Salgado, quien será senadora por Morena en la próxima Legislatura.
Nestora era la coordinadora de la Policía Comunitaria de
Olinalá, y es acusada de haber participado en al menos 48 secuestros, entre
ellos los de cuatro adolescentes de 11, 13 y dos de 17 años, y además estuvo detenida por esos hechos en
el penal de alta seguridad de Tepic, Nayarit. Será una de las representantes de
Guerrero en la Cámara alta.
En una de las grabaciones que se presentaron en el juicio
en su contra se escucha:
“Soy la comandante Nestora Salgado y sólo le llamó para
decirle que a cambio de la libertad de su hija me tiene que entregar la
cantidad de cinco mil pesos. Así es que ya sabe, cuando tenga esa cantidad me
la entrega y entonces yo le entrego a su hija”.
La voz del otro lado de teléfono amenazó así al papá de
María, un hombre dedicado al campo que no tenía para pagar la liberación de su
hija, que acababa de ser detenida por la entonces comandante de la policía
comunitaria del municipio de Olinalá, en Guerrero.
Nestora Salgado retuvo a María porque su familia se negó
a “cooperar” para comprar armas a la policía. Durante su retención, a María la
bañaban desde las 5 de la mañana con una cubeta de agua fría y después la
sacaban al campo a trabajar.
Cuando no trabajaba, la mantenían encerrada dentro de una
construcción que fue adaptada como cárcel, a la que llamaban El Paraíso, en el
municipio aledaño de Ayutla de los Libres.
Todo esto está asentado en reportes de las autoridades de
Guerrero, incluidos en los expedientes DGAP/136/3013 y TAB/FRZA/018/2013.
Mientras desempeñaba su papel de coordinadora de la
Policía Comunitaria, entre sus detenidos estuvo el síndico Armando Patrón
Jiménez, a quien la Policía Comunitaria acusó de haber participado en el
asesinato de dos granaderos. Nunca lo presentó ante la justicia.
No sólo retuvo al síndico. Hubo en su tiempo decenas de
detenciones y se pedía dinero a cambio de la libertad de personas.
Eso se llama secuestro: legalmente, un policía
comunitario no puede mantener en cautiverio a nadie, y mucho menos exigir un
pago por su liberación.
Ella misma hacía la negociación de los secuestros. Por
las jóvenes adolescentes, que mantuvo por casi tres meses en cautiverio, exigió
cinco mil pesos. Además obligó a los padres a firmar un documento que decía que
las niñas estaban fuera de su hogar porque se estaban reeducando y con el que
se comprometían a no interponer ninguna demanda en contra de la Policía
Comunitaria.
Las víctimas han declarado que fueron recluidas en las
peores circunstancias, con muy poca comida y en una celda con varios hombres.
Incluso afirman que sufrieron tocamientos por un sujeto llamado el Comandante
Cácaro.
Nestora logró salir del reclusorio alegando que era
ciudadana norteamericana porque se había casado con un estadounidense, y que se
habían violado sus derechos al momento de la detención —un caso muy similar al
de Florence Cassez— y por las presiones de diputados del PRD, que ahora son
parte de Morena.
Isabel Miranda de Wallace señaló en su momento los
secuestros realizados por Nestora y ella, al igual que Alejando Martí, aseguran
que los exgobernadores Ángel Heladio Aguirre y Rogelio Ortega, ambos afines a
López Obrador, pretendían crear una ley de amnistía para brindarle impunidad e
inmunidad a grupos guerrilleros y subversivos que operan en el estado de
Guerrero.
Sin duda esto les da un gran capital político, y por eso
la declaración de López Obrador de darle amnistía a los criminales.
No nos engañemos, la posición de Nestora Salgado en el
Senado es la cuota que Morena le da al Ejército Revolucionario del Pueblo
Insurgente (ERPI), que es una ruptura del Ejército Popular Revolucionario (EPR)
mexicano, mayoritariamente compuesto por el comité estatal de Guerrero del
PDPR-EPR.
Es la cuota que se le da a la guerrilla porque ésta en el
país representa aproximadamente un millón de votos en las elecciones
presidenciales.
Cuando pensé que a estas alturas de mi vida ya nada me
podía sorprender, les debo de confesar que el hecho de que Nestora Salgado sea
parte del próximo Senado, me resulta inconcebible.
Cuota insurgente
“Tengo algunas propuestas de compromisos”, aseguró Andrés
Manuel López Obrador, candidato presidencial de Morena, en reunión privada del
Consejo Nacional de ese partido, en el que el abanderado pidió a los consejeros
aprobar sus propuestas de candidatos “externos” a senadores y diputados, pues
señaló que era necesaria la “unidad” interna. Los consejeros aprobaron su
propuesta.
Fue así que el partido decidió postular a los expanistas
Germán Martínez Cázares y Gabriela Cuevas, al exiliado líder minero Napoleón
Gómez Urrutia. También destaca la
postulación para la Cámara alta y por la vía de mayoría relativa de Nestora
Salgado, quien estuvo en prisión acusada de secuestro siendo comandanta de la
policía de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) de
Olinalá.
Salgado salió de prisión el 18 de marzo de 2016 tras ser
detenida en agosto de 2013. En el momento de su detención tenía en cautiverio a
39 personas que, a su juicio, habían cometido alguna falta en la comunidad y
por lo cual les exigía desde 5 mil hasta 50 mil pesos si querían quedar en libertad.
Mientras juntaban el dinero, los obligaba a realizar trabajos en el campo con
jornadas de las 06:00 a 19:00 horas. Su pago eran tres cucharadas de frijoles y
dos tortillas al día.
De acuerdo con reportes de inteligencia hechos públicos
en 2014, los grupos sociales que en 2013 estuvieron activos en la entidad, como
el magisterio o policías comunitarias, fueron asesorados y penetrados por
grupos guerrilleros, como el Ejército Popular Revolucionario (EPR), que se dio
a conocer en 1996. (La Razón).