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Veracruz.-. La vida de Luz Elba cambió desde el momento en que su hijo Brayandesapareció. El joven estaba desesperado por la situación económica en la que vivían, su madre tenía que trabajar para ayudarlo con sus gastos de la preparatoria y mantener a sus demás hermanos por lo que decidió buscar empleo para solventar algunos de sus gastos personales.
Brayan deseaba ser maestro pero su sueño se vio truncado cuando un grupo armado lo privó de su libertad al acudir a una falsa entrevista de trabajo.
El joven, quien estaba a punto de cumplir los 18 años cuidaba a su hermano menor; admiraba a su madre por ser el sostén de su hogar.
“Yo siempre he sido padre y madre, y él me decía: ‘Mamá, cuando yo me reciba de maestro tú ya no vas a trabajar, ya no vas a llorar, ya no vas a llegar cansada del trabajo; vas a estar como una reina. Le entró la loquera adolescente de querer laborar para ayudarme”, dijo a Sin Embargo Luz.
La mujer recuerda perfectamente cuando su hijo le dijo que quería trabajar. Fue el 26 de abril del 2016 cuando ambos caminaban por las calles del centro de histórico de Poza Rica cuando alguien se le acercó a su hijo y le entregó un volante que ofertaba empleo. Ahí comenzó la inquietud de Brayan. El papel decía que se pagaban 200 pesos por cuatro horas, justo lo que él necesitaba para poder continuar con sus estudios y a la misma vez ayudar a su madre con los gastos.
“El papel hablaba de un pago de 200 pesos por cuatro horas laborales en un puesto de hot dogs nombrado ‘Bob Esponja’. Yo le dije a mi hijo: ‘Mira, son cuatro horas, estudias y te da chance de trabajar’”, recapitula Elba.
Fue al día siguiente que el joven se presentó en el Parque Benito Juárez, lugar donde había citado ´para hablar del empleo.
“Yo lo llevé. No era una oficina, era en un parque, lo senté y me retiré para que lo entrevistaran. Cuando regresé, Bryan ya no estaba… pero no sólo se llevaron a él, se llevaron a varios muchachos que cayeron en el gancho del trabajo”, afirmó la mujer a Sin Embargo.
Cuando Elba intentó comunicarse con su hijo el teléfono estaba apagado. Parecía que a Brayan se lo había tragado la tierra.
Tras la desaparición del menor, la adulta acudió a Fiscalía Especializada para levantar una denuncia.
“Lo primero que me preguntaron es que quiénes eran los amigos; qué andaba haciendo mi hijo y que a lo mejor yo estaba mintiendo con respecto a que me habían dado un volante de trabajo; que les dijera la verdad. Yo les dije que andaba en busca de trabajo y ellos me dijeron que era una mentira”, recordó.
Elba señala que el día que acudió a la Fiscalía trató de explicarles que no mentía, que su hijo había sido engañado y secuestrado por un grupo armado, ya que testigos le mencionaron que el joven junto con otros cuatro más había sido llevado por personas armadas.
“Pero me ganó el sentimiento, las palabras fuertes de la autoridad y mi dolor me vencieron y terminé por llorar. Finalmente terminé haciendo lo que ellos [las autoridades] me decían: que fuera al siguiente día, y luego que al siguiente…”.
Elba recuerda que el día de la declaración estaba deshecha pero debía esforzarse para conseguir ayuda.
“Lo que me más me dolió, más me marcó y más me trauma es que cuando llegué a aquí en la Ciudad de México –mientras declaraba–, como tenía un dolor inmenso y no paraba de llorar, me dijeron: ‘O se calla o la declaro incompetente para buscar a su hijo’. Me callé, lo traía en mi pecho. Hasta hoy sé que no debieron tratarme así, es mi derecho buscar a mi hijo, no pueden callarme así, sin embargo lo hicieron”, reclama.
Tras meses de no tener noticias de su hijo, una llamada le cambió el semblante y la esperanza de encontrar con vida a su hijo creció. Personas desconocidas le enviaron un audio y una fotografía difusa. Le pedían 160 mil pesos para dejar en libertad a Brayan.
Ilusionada por volver a ver a su hijo, Luz vendió su casa para entregar el efectivo para el rescate. Sin embargo, su hijo nunca regresó.
Tuve que vender mi casa para pagar lo del rescate, y hoy no tengo nada; solo mi fe bien puesta, señala Luz.
Hace dos años, Luz vio por última vez a su hijo, y desde ese día no ha parado de buscarlo utilizando sus propios medios.
Luego de la desaparición de su hijo, Elba se convirtió en activista y no ha parado en buscarlo. La mujer denuncia que ha recibido amenazas de muerte por sus labores de búsqueda pero que no dejara de buscar a su hijo hasta que lo encuentre vivo o muerto.
“Yo decía: ‘No importa que me maten, con tal de encontrar a mi hijo’, pero hoy cambio todo lo dicho, hoy no me quiero morir hasta encontrar a mi hijo, porque nade va a buscarlo más que yo”, finalizó a Sin Embargo.
Veracruz.-. La vida de Luz Elba cambió desde el momento en que su hijo Brayandesapareció. El joven estaba desesperado por la situación económica en la que vivían, su madre tenía que trabajar para ayudarlo con sus gastos de la preparatoria y mantener a sus demás hermanos por lo que decidió buscar empleo para solventar algunos de sus gastos personales.
Brayan deseaba ser maestro pero su sueño se vio truncado cuando un grupo armado lo privó de su libertad al acudir a una falsa entrevista de trabajo.
El joven, quien estaba a punto de cumplir los 18 años cuidaba a su hermano menor; admiraba a su madre por ser el sostén de su hogar.
“Yo siempre he sido padre y madre, y él me decía: ‘Mamá, cuando yo me reciba de maestro tú ya no vas a trabajar, ya no vas a llorar, ya no vas a llegar cansada del trabajo; vas a estar como una reina. Le entró la loquera adolescente de querer laborar para ayudarme”, dijo a Sin Embargo Luz.
La mujer recuerda perfectamente cuando su hijo le dijo que quería trabajar. Fue el 26 de abril del 2016 cuando ambos caminaban por las calles del centro de histórico de Poza Rica cuando alguien se le acercó a su hijo y le entregó un volante que ofertaba empleo. Ahí comenzó la inquietud de Brayan. El papel decía que se pagaban 200 pesos por cuatro horas, justo lo que él necesitaba para poder continuar con sus estudios y a la misma vez ayudar a su madre con los gastos.
“El papel hablaba de un pago de 200 pesos por cuatro horas laborales en un puesto de hot dogs nombrado ‘Bob Esponja’. Yo le dije a mi hijo: ‘Mira, son cuatro horas, estudias y te da chance de trabajar’”, recapitula Elba.
Fue al día siguiente que el joven se presentó en el Parque Benito Juárez, lugar donde había citado ´para hablar del empleo.
“Yo lo llevé. No era una oficina, era en un parque, lo senté y me retiré para que lo entrevistaran. Cuando regresé, Bryan ya no estaba… pero no sólo se llevaron a él, se llevaron a varios muchachos que cayeron en el gancho del trabajo”, afirmó la mujer a Sin Embargo.
Cuando Elba intentó comunicarse con su hijo el teléfono estaba apagado. Parecía que a Brayan se lo había tragado la tierra.
Tras la desaparición del menor, la adulta acudió a Fiscalía Especializada para levantar una denuncia.
“Lo primero que me preguntaron es que quiénes eran los amigos; qué andaba haciendo mi hijo y que a lo mejor yo estaba mintiendo con respecto a que me habían dado un volante de trabajo; que les dijera la verdad. Yo les dije que andaba en busca de trabajo y ellos me dijeron que era una mentira”, recordó.
Elba señala que el día que acudió a la Fiscalía trató de explicarles que no mentía, que su hijo había sido engañado y secuestrado por un grupo armado, ya que testigos le mencionaron que el joven junto con otros cuatro más había sido llevado por personas armadas.
“Pero me ganó el sentimiento, las palabras fuertes de la autoridad y mi dolor me vencieron y terminé por llorar. Finalmente terminé haciendo lo que ellos [las autoridades] me decían: que fuera al siguiente día, y luego que al siguiente…”.
Elba recuerda que el día de la declaración estaba deshecha pero debía esforzarse para conseguir ayuda.
“Lo que me más me dolió, más me marcó y más me trauma es que cuando llegué a aquí en la Ciudad de México –mientras declaraba–, como tenía un dolor inmenso y no paraba de llorar, me dijeron: ‘O se calla o la declaro incompetente para buscar a su hijo’. Me callé, lo traía en mi pecho. Hasta hoy sé que no debieron tratarme así, es mi derecho buscar a mi hijo, no pueden callarme así, sin embargo lo hicieron”, reclama.
Tras meses de no tener noticias de su hijo, una llamada le cambió el semblante y la esperanza de encontrar con vida a su hijo creció. Personas desconocidas le enviaron un audio y una fotografía difusa. Le pedían 160 mil pesos para dejar en libertad a Brayan.
Ilusionada por volver a ver a su hijo, Luz vendió su casa para entregar el efectivo para el rescate. Sin embargo, su hijo nunca regresó.
Tuve que vender mi casa para pagar lo del rescate, y hoy no tengo nada; solo mi fe bien puesta, señala Luz.
Hace dos años, Luz vio por última vez a su hijo, y desde ese día no ha parado de buscarlo utilizando sus propios medios.
Luego de la desaparición de su hijo, Elba se convirtió en activista y no ha parado en buscarlo. La mujer denuncia que ha recibido amenazas de muerte por sus labores de búsqueda pero que no dejara de buscar a su hijo hasta que lo encuentre vivo o muerto.
“Yo decía: ‘No importa que me maten, con tal de encontrar a mi hijo’, pero hoy cambio todo lo dicho, hoy no me quiero morir hasta encontrar a mi hijo, porque nade va a buscarlo más que yo”, finalizó a Sin Embargo.