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Zhao Lang, dueño de un restaurante ubicado en la ciudad de Jinan, en el este de China, inventó un desafío para aquellos clientes que quieran conseguir un descuento, informa este miércoles Daily Mail.
A la entrada en su restaurante, el hombre ubicó unas barras de hierro y todos los que puedan deslizarse entre ellas obtendrán una rebaja. Lo más difícil en ese reto que la distancia entre los barrotes es muy pequeña.
Lang, además, concibió niveles diferentes en ese "desafío", cada uno con su descuento correspondiente. Los vencedores del primer nivel, en el que sólo hay 15 centímetros de separación entre las barras, disfrutan de comida y bebidas gratis para todos los que se sienten en su mesa. Entre tanto, en la última de las entradas, donde la distancia supera los 30 centímetros, quienes logran pasar se encuentran con un cartel que les pregunta: "¿Está seguro de que de verdad debe beber cerveza?".
Zhao Lang opina que ese ejercicio podría recordar a la gente que vigile su dieta. Dice que oye a muchas personas decir que quieren perder peso, pero fracasan porque no pueden dejar de beber cerveza, por lo cual considera que las rebajas grandes las estimularán a controlar su figura.
Esa oferta especial llama la atención de todos y ha atraído clientes potenciales, que ahora tratan de ganar el primer premio. Por lo menos una persona logra hacerlo cada día, afirma el propietario del restaurante, precisando que es siempre una mujer.
Zhao Lang, dueño de un restaurante ubicado en la ciudad de Jinan, en el este de China, inventó un desafío para aquellos clientes que quieran conseguir un descuento, informa este miércoles Daily Mail.
A la entrada en su restaurante, el hombre ubicó unas barras de hierro y todos los que puedan deslizarse entre ellas obtendrán una rebaja. Lo más difícil en ese reto que la distancia entre los barrotes es muy pequeña.
Lang, además, concibió niveles diferentes en ese "desafío", cada uno con su descuento correspondiente. Los vencedores del primer nivel, en el que sólo hay 15 centímetros de separación entre las barras, disfrutan de comida y bebidas gratis para todos los que se sienten en su mesa. Entre tanto, en la última de las entradas, donde la distancia supera los 30 centímetros, quienes logran pasar se encuentran con un cartel que les pregunta: "¿Está seguro de que de verdad debe beber cerveza?".
Zhao Lang opina que ese ejercicio podría recordar a la gente que vigile su dieta. Dice que oye a muchas personas decir que quieren perder peso, pero fracasan porque no pueden dejar de beber cerveza, por lo cual considera que las rebajas grandes las estimularán a controlar su figura.
Esa oferta especial llama la atención de todos y ha atraído clientes potenciales, que ahora tratan de ganar el primer premio. Por lo menos una persona logra hacerlo cada día, afirma el propietario del restaurante, precisando que es siempre una mujer.