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El Fisculín o La Jaiba Loca, como es conocido el ex fiscal de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras, en el sector político y penal de la entidad, era un personaje cercano al ex gobernador de la entidad Javier Duarte de Ochoa.
El abogado originario de Córdoba se caracterizaba por aparecer siempre pulcro ante la prensa, con traje y corbata de buena marca.
En su periodo como fiscal enfrentó una serie de críticas y reclamos por los asesinatos de periodistas, desaparición y el incremento de homicidios dolosos del crimen organizado.
Diversas organizaciones sociales lo acusaron de llevar una vida extravagante, lujosa con la complacencia de Javier Duarte, hoy encarcelado en el Reclusorio Norte.
Bravo Contreras tomó protesta como Fiscal General de Veracruz el 30 de enero de 2015, para un periodo de nueve años, pero tras la llegada a la gubernatura de Miguel Ángel Yunes Linares, renunció al cargo. Tiene un doctorado en Derecho por la Universidad de Almería, España.
En mayo pasado, la Interpol activó la ficha roja para buscar y localizar en más de 190 países a Bravo Contreras.
Sobre Bravo Contreras había una orden de aprehensión por el delito de desaparición forzada, expedida el 11 de mayo pasado por un juez en la entidad y que este domingo fue cumplimentada.
La Fiscalía General de Veracruz lo acusa de ocultar y alterar la investigación sobre el hallazgo de restos de al menos 19 personas reportadas como desaparecidas en la Barranca La Aurora, del municipio de Emiliano Zapata, el 19 de enero de 2016.
El gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, lo declaró prófugo de la justicia y ofreció una recompensa de hasta 5 millones de pesos a quien aportara información que diera con su paradero para poder detenerlo.
Según Yunes Linares, Bravo Contreras presuntamente dio la orden de desaparecer los 19 cuerpos, además de que entorpeció las indagatorias para esclarecer los hechos.
Aseguró que el paraje La Aurora, en el municipio de Emiliano Zapata, era utilizado para tirar los cuerpos de víctimas de desaparición forzada cometida por ex policías estatales de Veracruz en la administración del ex priísta Javier Duarte.
“Según testimonios, los restos fueron entregados a la Secretaría de Seguridad Pública del estado, dependencia que se encontraba al mando del ya vinculado a proceso por su probable participación en desapariciones forzadas Arturo [Bermúdez] durante el gobierno de Javier Duarte de Ochoa por instrucciones directas de Luis Ángel Bravo Contreras, entrega que habría sido realizada personalmente a una persona ya vinculada a proceso”, afirmó el gobernador.
El Fisculín o La Jaiba Loca, como es conocido el ex fiscal de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras, en el sector político y penal de la entidad, era un personaje cercano al ex gobernador de la entidad Javier Duarte de Ochoa.
El abogado originario de Córdoba se caracterizaba por aparecer siempre pulcro ante la prensa, con traje y corbata de buena marca.
En su periodo como fiscal enfrentó una serie de críticas y reclamos por los asesinatos de periodistas, desaparición y el incremento de homicidios dolosos del crimen organizado.
Diversas organizaciones sociales lo acusaron de llevar una vida extravagante, lujosa con la complacencia de Javier Duarte, hoy encarcelado en el Reclusorio Norte.
Bravo Contreras tomó protesta como Fiscal General de Veracruz el 30 de enero de 2015, para un periodo de nueve años, pero tras la llegada a la gubernatura de Miguel Ángel Yunes Linares, renunció al cargo. Tiene un doctorado en Derecho por la Universidad de Almería, España.
En mayo pasado, la Interpol activó la ficha roja para buscar y localizar en más de 190 países a Bravo Contreras.
Sobre Bravo Contreras había una orden de aprehensión por el delito de desaparición forzada, expedida el 11 de mayo pasado por un juez en la entidad y que este domingo fue cumplimentada.
La Fiscalía General de Veracruz lo acusa de ocultar y alterar la investigación sobre el hallazgo de restos de al menos 19 personas reportadas como desaparecidas en la Barranca La Aurora, del municipio de Emiliano Zapata, el 19 de enero de 2016.
El gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, lo declaró prófugo de la justicia y ofreció una recompensa de hasta 5 millones de pesos a quien aportara información que diera con su paradero para poder detenerlo.
Según Yunes Linares, Bravo Contreras presuntamente dio la orden de desaparecer los 19 cuerpos, además de que entorpeció las indagatorias para esclarecer los hechos.
Aseguró que el paraje La Aurora, en el municipio de Emiliano Zapata, era utilizado para tirar los cuerpos de víctimas de desaparición forzada cometida por ex policías estatales de Veracruz en la administración del ex priísta Javier Duarte.
“Según testimonios, los restos fueron entregados a la Secretaría de Seguridad Pública del estado, dependencia que se encontraba al mando del ya vinculado a proceso por su probable participación en desapariciones forzadas Arturo [Bermúdez] durante el gobierno de Javier Duarte de Ochoa por instrucciones directas de Luis Ángel Bravo Contreras, entrega que habría sido realizada personalmente a una persona ya vinculada a proceso”, afirmó el gobernador.
Fuente: El universal
