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Cody Coots, el pastor de un congregación de Estados Unidos que utiliza reptiles venenosos en sus ceremonias, fue hospitalizado de emergencia después de que una serpiente de cascabel le mordiera durante un sermón, informa el diario Metro.
El incidente, cuya fecha no se precisa, tuvo lugar en una iglesia de Middlesboro (Kentucky, EE.UU.), cuando este predicador se dirigía a sus fieles con ese peligroso ofidio enrollado en su cuello.
Tras recibir una venenosa mordida cerca de una oreja, la víctima prosiguió su discurso mientras la sangre que brotaba de la herida manchaba su camisa y, cuando se sintió mareado, exigió a sus fieles que le trasladaran a la cima de una montaña, donde estimaba que Dios decidiría si debía vivir o morir.
Un feligrés, Big Cody, desobedeció esa orden y llevó a Coots al hospital, donde los doctores salvaron su vida y constataron que sufrió la mordedura a escasos milímetros de la arteria temporal, con lo cual se libró por poco de una muerte casi segura.
Cody explicó que "la mayoría de la gente a la que muerden en el rostro fallecen a los 5 o 10 minutos" y recordó que Jamie Coots, el padre de Cody Coots, perdió la vida "al cabo de siete minutos" cuando otra serpiente le mordió en 2014.
Congregaciones como esta 'Iglesia de la serpiente' aparecieron en esa región estadounidense hace al menos un siglo y encuentran inspiración en una cita bíblica: "En mi nombre […] tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán" (Mc 16:17-18).
Cody Coots, el pastor de un congregación de Estados Unidos que utiliza reptiles venenosos en sus ceremonias, fue hospitalizado de emergencia después de que una serpiente de cascabel le mordiera durante un sermón, informa el diario Metro.
El incidente, cuya fecha no se precisa, tuvo lugar en una iglesia de Middlesboro (Kentucky, EE.UU.), cuando este predicador se dirigía a sus fieles con ese peligroso ofidio enrollado en su cuello.
Tras recibir una venenosa mordida cerca de una oreja, la víctima prosiguió su discurso mientras la sangre que brotaba de la herida manchaba su camisa y, cuando se sintió mareado, exigió a sus fieles que le trasladaran a la cima de una montaña, donde estimaba que Dios decidiría si debía vivir o morir.
Un feligrés, Big Cody, desobedeció esa orden y llevó a Coots al hospital, donde los doctores salvaron su vida y constataron que sufrió la mordedura a escasos milímetros de la arteria temporal, con lo cual se libró por poco de una muerte casi segura.
Cody explicó que "la mayoría de la gente a la que muerden en el rostro fallecen a los 5 o 10 minutos" y recordó que Jamie Coots, el padre de Cody Coots, perdió la vida "al cabo de siete minutos" cuando otra serpiente le mordió en 2014.
Congregaciones como esta 'Iglesia de la serpiente' aparecieron en esa región estadounidense hace al menos un siglo y encuentran inspiración en una cita bíblica: "En mi nombre […] tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán" (Mc 16:17-18).