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Autoridades ambientales reportaron que 122 ejemplares de tortugas marinas se han hallado muertos en menos de dos meses, en la Costa de Chiapas.
Los especímenes fueron localizados en la playa de Puerto Arista, en el municipio de Tonalá; 111 pertenecen a la especie golfina (Lepidochelys olivacea), cinco a la carey (Eretmochelys imbricata) y seis más son de las llamadas prietas (Chelonya agassizi). Los ejemplares miden hasta un metro y su promedio de vida es de hasta 100 años.
Las autoridades no tienen aún el reporte de las causas de la muerte de los quelonios porque no se pueden hacer las necropsias ni análisis de tejidos debido al avanzado estado de descomposición en que se hallan.
Personal ambiental, con el apoyo de la Secretaría de la Marina, rastrea sangre y restos de alimento para dar con ejemplares que pudieran servir de muestra, pero la marea impide ingresar a altamar.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) precisó que al menos 10% de los especímenes presentan evidencias de que fueron golpeados (heridas en la cabeza y el caparazón) y huellas de anzuelos y redes.
Ante esos hechos las autoridades federales y estatales del ramo ambiental acordaron intensificar los recorridos para inhibir la captura de tortugas que desovan en las playas y contrarrestar la depredación del quelonio y sus huevos.
De igual manera convinieron en fortalecer los temas de pesca sustentable con las cooperativas pesqueras de media altura, y tomar muestras de agua para confirmar la presencia de florecimiento de algas nocivas u otros factores que pudieran incidir en las tortugas.
En años anteriores el número de estos ejemplares que se encontraban muertos en el litoral chiapaneco no pasaba de los 20.
Fuente: El universal
Autoridades ambientales reportaron que 122 ejemplares de tortugas marinas se han hallado muertos en menos de dos meses, en la Costa de Chiapas.
Los especímenes fueron localizados en la playa de Puerto Arista, en el municipio de Tonalá; 111 pertenecen a la especie golfina (Lepidochelys olivacea), cinco a la carey (Eretmochelys imbricata) y seis más son de las llamadas prietas (Chelonya agassizi). Los ejemplares miden hasta un metro y su promedio de vida es de hasta 100 años.
Las autoridades no tienen aún el reporte de las causas de la muerte de los quelonios porque no se pueden hacer las necropsias ni análisis de tejidos debido al avanzado estado de descomposición en que se hallan.
Personal ambiental, con el apoyo de la Secretaría de la Marina, rastrea sangre y restos de alimento para dar con ejemplares que pudieran servir de muestra, pero la marea impide ingresar a altamar.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) precisó que al menos 10% de los especímenes presentan evidencias de que fueron golpeados (heridas en la cabeza y el caparazón) y huellas de anzuelos y redes.
Ante esos hechos las autoridades federales y estatales del ramo ambiental acordaron intensificar los recorridos para inhibir la captura de tortugas que desovan en las playas y contrarrestar la depredación del quelonio y sus huevos.
De igual manera convinieron en fortalecer los temas de pesca sustentable con las cooperativas pesqueras de media altura, y tomar muestras de agua para confirmar la presencia de florecimiento de algas nocivas u otros factores que pudieran incidir en las tortugas.
En años anteriores el número de estos ejemplares que se encontraban muertos en el litoral chiapaneco no pasaba de los 20.
Fuente: El universal
