Tras tsunami, gobierno de Indonesia pide a supermercados 'dejarse' saquear

30 septiembre 2018
Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy



La administración de ese país aseguró que no sancionarán a los saqueadores, y a cambio el gobierno devolverá el dinero que hayan perdido los dueños de las tiendas
Indonesia.- Ante los saqueos que los damnificados por el terremoto y posterior tsunami que azotaron Indonesia, el gobierno de la isla pidió a las cadenas de supermercados Alfamart e Indomaret que permitan a las personas tomar sus productos pues, aseguró, serán pagados después.
Solicitamos [a los distribuidores] Alfamart e Indomaret que dejen que la gente tome los productos. Tienen que registrar todo y nosotros pagaremos, no será un saqueo, anunció el ministro del Interior, Tjahjo Kumolo a través de un comunicado.
No sancionarán a los saqueadores
Galletas, pañales, botellas de gas… en un supermercado con los vidrios rotos,  se observa a hombres y mujeres llenando sus bolsas con todo lo que encuentran, asegurando que el saqueo es la única opción para conseguir alimentos, ya que la ayuda no llega a la ciudad de Palu, la localidad más afectada por el sismo.
No nos ayudan, necesitamos comer. No tenemos otra opción, se justificaba este domingo uno de los habitantes que saqueaban.
“Las tiendas están cerradas y los mercados, vacíos”, explica Eddy, de 33 años. “Así que tenemos que saquear una tienda tras otra”.
Dos días después del sismo de magnitud 7.5, al que siguió un tsunami que azotó la isla de Célebes dejando 832 muertos, hay carestía de todo: comida, agua y carburante.
Por ello, cientos de personas asaltan supermercados y estaciones de servicio.
Es una crisis. ¡No hay alimentos, no hay nada!”, se indigna otro de ellos. “Lo que necesitamos desesperadamente es algo que comer y agua”.
Algunos policías que están delante de la tienda o incluso en la comisaría de enfrente, son testigos de la escena, pero se ven desbordados y ni siquiera intentan intervenir.
En una estación de servicio cercana, un grupo intenta sacar el carburante de una reserva subterránea.
“Apenas hay una estación de servicio funcionando, la gente está desesperada”, explica a la AFP Ray Pratama, un fotógrafo local, que no participaba en el saqueo. La muchedumbre llena bidones, botellas e incluso cacerolas con el preciado carburante.
“Si se vende a un precio razonable está bien, pero aumentaron muchísimo los precios para productos esenciales”, dice indignada una mujer.
Es la situación la que nos fuerza a hacer esto, necesitamos de todo”, argumentó un adolescente presente en el lugar junto con otros jóvenes. “Agarramos todo lo que pudimos, ni siquiera podemos cocinar, por eso saqueamos, dijo.
Por ello, las autoridades han empezado a transportar cocinas móviles capaces de proporcionar unas 36 mil comidas diarias, miles de colchones, frazadas y fideos instantáneos.
La ayuda apenas empieza a llegar a la isla de Célebes, situada en el centro del archipiélago indonesio, pero para los habitantes, los víveres tardan en llegar.

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